Los responsables políticos de la Comunitat Valenciana, junto al resto de las autonomías, han decidido abrir al cien por cien los centros educativos de todos los niveles el próximo lunes, 10 enero, pero con medidas de refuerzo frente al covid todavía por concretar. Así lo solicitaron ayer los consellers de Sanidad, Ana Barceló; de Educación, Vicent Marzà; y de Universidades, Carolina Pascual, a los responsables de Sanidad y Educación en el Gobierno central, durante la triple reunión del Consejo Interterritorial de Salud, la sectorial de Educación y la Conferencia de Política Universitaria celebrada en la Moncloa.

En lo que no habrá cambios, de momento, es en las cuarentenas de los grupos burbuja cuando haya un positivo en clase o si los alumnos son contacto estrecho con un contagiado y no están vacunados.

Mayor seguridad es lo que también pide el profesorado, pero en su caso los distintos representantes sindicales concretan por dónde deben ir estas medidas de refuerzo para poder reanudar las clases «con unas condiciones mínimas que garanticen la máxima normalidad posible», como señala Marc Candela, delegado del sindicato mayoritario de la enseñanza, STEPV.

De acuerdo con que se refuercen los protocolos, instan a que las medidas se materialicen en una sustitución de docentes «instantánea», como añade Javier Más desde el CSIF. «El mayor índice de contagios por la variante ómicron, obliga a revisar y fortalecer los protocolos y planes de contingencia de los centros educativos, pero además hace falta un rápida detección de positivos, garantizar que se cubran de forma urgente las bajas y que se agilicen las pruebas PCR», indican desde este sindicato.

Para el STEPV es igualmente prioritario que se planifique la vuelta a clase con una suficiente previsión sobre el profesorado de baja y el alumnado que haya dado positivo estos días de fiestas, así como con la necesaria «dotación de material anti covid desde el mismo lunes día 10, tanto gel hidroalcohólico como mascarillas, porque no se ha enviado a todos los centros todavía», recalca Marc Candela.

El especial seguimiento de los casos en los centros educativos y universitarios lo concretan asimismo en la reclamación de que sigan haciéndose PCR con asiduidad a pesar de la saturación de la Sanidad «porque se trata de evitar contagios, y abrir los centros debe garantizar que se eviten los contagios», subrayan desde el STEPV.

CC OO, por su parte, celebra que se reabran los centros porque «nosotros siempre hemos apostado por la presencialidad segura», como expresa la secretaria general de enseñanza, Xelo Valls. En este sentido, considera imprescindible que los protocolos educativos contra el covid «se adapten a la nueva realidad» y que, por lo mismo, se tenga en cuenta que ventilar es una de estas medidas. «Habría que tenerlo en cuenta para aclimatar los centros antes de la reapertura», abunda.

Preocupación en los docentes

El presidente del sindicato ANPE, Lauren Bárcena, también remarca «la preocupación del profesorado debido a la alta incidencia que la variante ómicron está causando en la actualidad» y exige de las autoridades «medidas sanitarias y organizativas que permitan una enseñanza presencial y segura».

Entre las medidas de refuerzo que propone ANPE figuran la reducción de ratios, desdobles de aulas, dotación de material de protección junto a la cobertura inmediata de las bajas también. Al igual que desde UGT, que exige un control exhaustivo para evitar rebrotes.

Desde la Conselleria de Sanidad se hace hincapié en que la vacunación de niños de 5 a 11 años en la Comunidad supera la media estatal, y recuerdan que el mismo lunes día 10 se reanuda la de niños de 5 a 8 años, además de los de 9 a 11 que no se vacunaron de la primera dosis. La consellera Ana Barceló destacó que «el porcentaje de vacunación de esta población en la Comunitat Valenciana es superior a la media estatal», que ayer se situaba en el 29,9 por ciento de población de 5 a 11 años con una dosis.

En Educación subrayan que esta semana se está acabando de inmunizar al profesorado con la tercera dosis, y apuntan que, a 22 de diciembre, el profesorado de baja era «la mitad del que había un año antes». Esta circunstancia, sumada al refuerzo de las plantillas este curso con más de 1.800 profesores, les lleva a sopesar que las bajas «no serán superiores a las de enero de 2021, en que el alumnado se incorporó con total normalidad a las aulas».

Las mismas fuentes añaden que el mismo 28 de diciembre se adjudicaron vacantes para prever que los centros tengan las plantillas cubiertas el día 10. El conseller de Educación, Vicent Marzà, destacó que «la presencialidad es necesaria, no solo desde el punto de vista pedagógico sino también de la salud pública, ya que los centros educativos son espacios seguros para el alumnado, gracias a los protocolos de prevención y las campañas de vacunación»

Finalmente, la consellera de Universidades Pascual transmitió en su reunión con los rectores que el seguimiento de los casos será «especial», para garantizar la enseñanza presencial, al tiempo que se favorecerá una segunda oportunidad a los universitarios confinados que no puedan examinarse, como trasladó el propio ministro Subirats.

Desde la Confederación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de la Comunitat Valenciana Gonzalo Anaya abogaron por retomar la actividad educativa tras la Navidad con «total normalidad y con las medidas de protección oportunas» y han asegurado que la presencialidad es «incuestionable». Desde el Consejo de Enfermería se volvió a reivindicar la contratación de enfermeras escolares.