Los empleados de mataderos, ganaderías, núcleos zoológicos y transportistas que trabajen manejando o sacrificando animales deberán superar por ley unos cursos de bienestar animal. Así lo explica el decreto 205/2021, de 17 de diciembre del Consell, que entró en vigor ayer tras su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
Este decreto establece cursos de una duración mínima de 20 horas para estos profesionales, pero podría modificarse la duración por parte de conselleria para poder «dar cumplimiento a la normativa de ámbito autonómico, estatal o comunitario que resulte de aplicación», explica el decreto.
Según se extrae del texto legal, los únicos trabajadores que no deberán superar estos cursos de bienestar animal son los licenciados en Veterinaria o los que puedan demostrar que tengan competencias en bienestar animal de alguna otra manera. En este segundo caso se les daría una acreditación con una vigencia de 10 años que además se les podría retirar y obligar a hacer el curso en caso de que «se constate que su actividad está causando lesiones o daños evitables a los animales». La validez del curso formativo, en cambio, es indefinida.
En cuanto al contenido de las formaciones, también será tarea de conselleria definirlo en función de si los trabajadores tienen que cumplir la norma autonómica, estatal o comunitaria. Lo que sí especifica el decreto es que recibirán una formación general en bienestar y comportamiento animal, y luego un módulo específico en función del tipo de animal con el que se trabaje y las actividades que cada persona desempeñe con ellos.
Los cursos, prosigue el decreto, podrán ser revocados cuando se demuestre que no se han dado los contenidos adecuados. Además, se realizarán inspecciones en las instalaciones para vigilar el estado de los animales y ver si los cursos impartidos se cumplen o no en estos lugares.
Este decreto llega en plena polémica a raíz de unas declaraciones del ministro de Consumo Alberto Garzón sobre la mala calidad de la carne y la enorme contaminación que suponen las macrogranjas, un modelo con visos de seguir implantándose en España. Y sobre todo el decreto se ha aprobado tras varias investigaciones de oenegés en las que publicaron vídeos de las condiciones insalubres y de maltrato dentro de varios mataderos españoles, lo que obligó a repensar el modelo de trabajo en estos lugares y aprobar nuevas regulaciones.
Formación en agroecología
Además de los cursos sobre bienestar animal, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica también convocó ayer por 930.000 euros las ayudas a la formación y adquisición de competencias para actividades agroalimentarias, en el marco del Programa de Desarrollo Rural de la Comunitat Valenciana (PDR-CV). La convocatoria es plurianual (2022-2024) y cuenta con un importe inicial de casi un millón de euros, susceptible de ampliarse hasta 1.490.000 euros. La medida de formación tiene una dotación total de casi cinco millones de euros para todo el periodo de programación.
Con esta medida, asegura la conselleria, se busca «aumentar la cualificación profesional de las personas dedicadas a las actividades agroalimentarias, para la obtención de productos de calidad, el empleo de métodos de producción compatibles con el medio ambiente y la conservación y mejora del paisaje». Igualmente - explican - «se fomenta la iniciativa empresarial de jóvenes y mujeres para potenciar el asentamiento de la población y el relevo generacional» en las áreas rurales.
La directora general de Política Agraria Común (PAC), Maite Cháfer, subrayó sobre esta medida que estas ayudas «tienen un gran interés entre el sector agrario y representan una oportunidad para mejorar la profesionalización en el territorio rural».
