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Higueruelas homenajea a un piloto abatido en un combate aéreo en 1938

El consistorio recupera su memoria colectiva y busca a los familiares

Las laderas de las Peñas de Dios, junto a Higueruelas, donde se estrelló el avión del piloto. | PACO DOMINGO

Es gracias a los interesados en la historia que la memoria de buena parte de lo que sucedió en la Guerra Civil se ha mantenido viva. Sobre todo, en el ámbito más local, donde las ganas de olvidar y la necesidad de recordar han convivido durante 80 años. Por eso, cada día se conocen nuevos datos e historias particulares del conflicto bélico como la que sucedió en Higueruelas, uno de los enclaves determinantes en la Guerra Civil y lugar donde se produjo la llamada final donde se rindieron las tropas republicanas. Enclavada en la línea defensiva XYZ,sobre Higueruelas se produjo un combate aéreo el 19 de junio de 1938 con casi un centenar de aviones combatiendo sobre el Bajo Palancia y La Serranía tras haber caído Castelló solo unos días antes. En ese combate, un piloto fue derribado, y la memoria colectiva de Higueruelas le rinde ahora un homenaje.

Una de las vitrinas que se expone en el centro. | S.C.

El historiador local Sergio Cuenca ha sacado esta historia a la luz. El piloto, Manuel de la Calle Ramos, luchaba del bando republicano en el frente de Levante en la 4º Escuadrilla de cazas de asalto. El aparato que pilotaba era un Polikarpov I-15, conocido popularmente como ‘Chato’, y salió esa tarde desde el aeródromo de La Señera, en Chiva. Despegó junto a doce aparatos más que conformaban el grupo 26. De la Calle era sargento piloto en su escuadrilla y fue un destacado profesional del aire tal como se destaca en algunos escritos de la contienda.

Así, como explica el historiador Cuenca, aquella tarde se produjo un combate sobre La Serranía contra una escuadrilla del bando franquista, que pilotaban Fiats CR32, conocidos como ‘Chirris’. Uno de ellos, el que pilotaba Esteban Ibarreche, alcanzó el avión de Manuel de la Calle, que acabó estrellándose contra una de las vertientes de Las Peñas de Dios, una de las sierras que se eleva sobre Higueruelas al norte de la localidad sobre las que hay unas vistas panorámicas.

En aquel momento, el municipio serrano había sido tomado por los militares y allí había más de 300 soldados que aguardaban su turno para combatir en la Línea XYZ, que muchos de ellos ayudaron a construir. Por eso, tras el impacto, según explica Cuenca «muchos de ellos, con los vecinos del pueblo, se desplazaron al lugar del siniestro para rescatar los restos del piloto ya sin vida». El gaditano fue trasladado y enterrado en el cementerio de este municipio.

Tanto Cuenca como el consistorio quieren reparar la memoria de este piloto narrando su historia y con una placa cerámica en su homenaje que han situado en el cementerio municipal.

El historiador local y el ayuntamiento están trabajando para reivindicar el papel de Higueruelas en la contienda bélica por su posición estratégica y por ello abrirán en enero una sala de exposiciones con algunos objetos rescatados en el entorno de la Guerra Civil. Entre ellos se encuentra una copia idéntica al uniforme que vestía Manuel de la Calle Ramos, de aviador, así como restos de fuselaje de su avión que algunos vecinos conservaron tras el siniestro en las Peñas de Dios.

La placa cerámica que ha realizado el consistorio. | S.C.

Como forma de reivindicar el punto estratégico en el que se convirtió Higueruelas durante la Guerra Civil, tanto Sergio Cuenca como el consistorio han recopilado un centenar de objetos que ahora muestran en una exposición en la parte superior del consistorio. Está llamado a ser un centro de interpretación de la Guerra Civil donde, a través de paneles, se explica el conflicto bélico y el papel que desempeñó la línea XYZ en la defensa de València.

A través de una subvención de la Conselleria de Calidad Democrática, el consistorio accedió a una subvención de 4.239 euros y el ayuntamiento puso otros 4.000 euros para acondicionar la estancia. Se elaboró un informe histórico donde participó el arqueólogo Juanjo Ruiz y su equipo y se recopiló todo el material que a partir de enero podrá visitar el público.

Cuenca coordinó los trabajos para la sala, tanto en su rehabilitación como en la documentación mostrada. Los objetos, en su mayoría, son de su propia colección y otras se han guardado en casas que en su momento ocuparon los soldados.

Así, se puede ver un botiquín de campaña, el teléfono militar que apareció en Andilla, cascos de combate, cantimploras, insignas, documentación, granadas, bayonetas y piezas de artillería.

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