Las desavenencias y enfrentamientos entre dos compañeros de trabajo de una empresa dedicada a la elaboración y manipulación de productos cárnicos de Riba-roja del Túria acabó en tragedia en septiembre de 2019 cuando uno de ellos atacó de forma sorpresiva al otro, con el mismo cuchillo de trabajo, y le seccionó la arteria carótida de una única y certera cuchillada a la altura de la clavícula.

El acusado, de 38 años y nacionalidad ghanesa, se enfrenta ahora a una pena de veinte años de prisión por un delito de asesinato, según la petición del Ministerio Fiscal, que aprecia la circunstancia de alevosía, al no haberle dado posibilidad alguna de defensa a su compañero de trabajo.

Ambos trabajadores se habían enzarzado momentos antes en una discusión por cuestiones laborales, en la que se propinaron patadas y puñetazos. No obstante, después de que sus compañeros mediaran para tranquilizarlos, y cuando la víctima, de 39 años y también natural de Ghana, se dirigía hacia la carretilla eléctrica para seguir con su trabajo, el procesado presuntamente le atacó a traición con un cuchillo, de once centímetros de largo, de los utilizados para cortar el empaquetado.

En concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía le reclama el pago de 360.000 euros de indemnización para la viuda y los tres hijos del fallecido, quien en el momento del crimen, ocurrido la tarde del 24 de septiembre de 2019, tenía una hija recién nacida de apenas 21 días de vida, que no pudo ver crecer.

Además, la propia empresa de productos cárnicos está también acusada como responsable civil subsidiaria para hacer frente a esas cantidades, a través de sus aseguradoras, porque según indica el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, «era conocedora de las fuertes desavenencias y enfrentamientos entre el acusado y la víctima, y el acceso que tenían por su trabajo a instrumentos peligrosos», y pese a ello «no se adoptó ningún tipo de medida eficaz ni se activó protocolo alguno para evitar el fatal desenlace».

El juicio ante un jurado popular estaba previsto que comenzara ayer pero tuvo que aplazarse al encontrarse el acusado aislado en prisión por un brote de covid.