Sergio S. uno de los acusados de amenazar de muerte por Twitter al activista LGTBI Fran Pardo ha sido condenado este miércoles a nueve meses de prisión por un delito de amenazas con el agravante de delito de discriminación referente a la orientación sexual. Las partes han llegado a un acuerdo durante el juicio celebrado este miércoles en València, en el que la Fiscalía Provincial pedía inicialmente una multa de 2.700 euros y una condena de un año y seis meses de prisión para cada uno de los jóvenes que insultaron y amenazaron de muerte en Twitter al activista.

En el caso del otro joven no se ha podido demostrar que la autoría de esos mensajes fuera suya, por lo que la Fiscalía ha cerrado la investigación en torno a esa persona. Por el contrario, la persona condenada ha reconocido los hechos y ha llegado a un acuerdo que, además de los nueve meses de prisión, le impone el pago de una indemnización de mil euros, además de correr con las costas judiciales. La suspensión de la pena de prisión ha quedado condicionada la realización de cursos de igualdad y derechos humanos y a la no comisión de delitos por un periodo de dos años.

"Es una victoria para nosotros porque a esa persona no le ha salido gratis todo este odio", ha asegurado Fran Pardo. El joven comenzó a recibir las amenazas en 2013 y 2014, pero decidió denunciarlas en 2015, cuando alcanzó la mayoría de edad. Siete años después se ha juzgado el caso y revisado los más de veinte tuits que el activista puso en conocimiento de la justicia. Pese a todo, solo una persona ha sido identificada como autor de algunos de esos mensajes amenazantes.

Miedo constante

Como explicó a Levante-EMV, las amenazas que recibió provocaron que el activista llegara a tener miedo de salir a la calle. "El miedo era mayor cuando me amenazaba gente de València, porque ¿Qué hubiera pasado si les daba por cumplir sus amenazas? Ellos sabían quien era yo, pero yo no sabía quien eran ellos, porque la cuenta era anónima", relató. El activista denunció incluso que llegaron a incluir su teléfono en grupos de wattsap de extrema derecha para volver a amenazarle de muerte y después sacarle.

El activista recordó la necesidad de "denunciar siempre" este tipo de amenazas para que puedan juzgarse y no queden impunes. "Animo a la gente a que denuncie y haga ruido para visibilizar lo injusto de estas situaciones y la impunidad que sigue existiendo. Si te llegan amenazas, denuncia", sentencia.