Los farmacéuticos podrían solicitar a la Conselleria de Sanidad que sea la administración la que corra con el coste que supone el incluir a las farmacias en el sistema de verificación y registro de pruebas positivas de antígenos y que no sea el cliente, como en un primer momento se pidió desde el colegio de Valencia, el que tenga que pagar por ello. Así al menos lo ha explicado Sergio Marco, presidente del colegio de farmacéuticos de Castelló y actual presidente del Consejo Valenciano de Colegios Farmacéuticos que aglutina a las tres provincias.

En una entrevista concedida a Plaza Radio, Marco rechaza la intención mostrada desde el colegio de farmacéuticos de Valencia de que sea el ciudadano quien tenga que asumir este coste ya que no podía ser «el sufridor del pandemia» y apuntaba a que se estaba valorando que fuera la conselleria «la que corra con los gastos. Consideramos que es la propia administración la que debe hacer frente a los costes de la realización de los test en su conjunto», apuntaba el presidente autonómico de los farmacéuticos.

Desde la conselleria no se han posicionado a este respecto y, de hecho, ante la decisión de los farmacéuticos de Valencia de repercutir el coste en los clientes, aseguraron que esta cuestión no se había siquiera debatido y que no formaba parte del acuerdo inicial. Ayer, a preguntas de los periodistas, el president de la Generalitat, Ximo Puig, se limitaba a asegurar que no veía «razonable» que las farmacias cobraran «sin ningún tipo de control» a los usuarios por este trámite pero sin abordar quién iba a correr con los gastos como el de personal, EPIs o cambios en los equipos digitales de las boticas.

La decisión, por tanto, sigue en el aire, aunque administración y colegios profesionales tienen pendientes varias reuniones para abordar este asunto.

Hasta que esta cuestión se resuelva, sigue en el aire el acuerdo que Sanidad daba casi por cerrado y que quería activar esta semana. Através de él se busca que las farmacias entren en el sistema de verificación de positivos (supervisando las pruebas que se hagan los pacientes y registrando los positivos en una plataforma digital especialmente habilitada para ellos) para descongestionar los centros de salud, colapsados por la avalancha de positivos.