Solo tres segundos y después el llanto ya ha pasado. La Comunitat Valenciana ha iniciado hoy la segunda fase de la vacunación Infantil al alumnado de 3º, 2º y 1º de Primaria -menores de 8 años- y a los de 5 años de Educación Infantil.

Como ya ocurrió con el resto de grupos de Primaria, esta vez las conselleries de Sanidad y Educación vuelven a contar con la colaboración de los centros educativos, pues los equipos sanitarios se trasladan de nuevo a las aulas para inocular a los escolares la primera dosis de la vacuna pediátrica de Pfizer.

Uno de los primeros colegios valencianos en acoger la inmunización de su alumnado ha sido el Rivas-Luna de l'Eliana, donde desde a primera hora de la mañana han desfilado los niños y niñas -la mayoría acompañados por sus padres o madres- por el circuito organizado por el centro, en el que las aulas de Laboratorio y Tecnología se han reconvertido en pequeños vacunódromos, con mamparas, camillas y sillas habilitadas para la vacunación, además de una sala de espera contigua para el reposo obligatorio.

Susana López, enfermera contratada por el centro concertado, explica que la jornada transcurre "según lo previsto y muy bien, a pesar de lo pequeñitos que son". En total, el centro tenía la autorización para vacunar a 117 escolares -poco más de la mitad de los que podían hacerlo- y la mayoría "se está comportando superbien", asegura la enfermera, como también ha podido comprobar este periódico.

Los llantos en los más pequeños se limitaban solo al ver la aguja y sentir el pinchazo, por lo que no duraban más que unos segundos y pocos eran los que tenían alguna 'rabieta' o se resistían en exceso, sobre todo a partir de 2º de Primaria, más mayores. Una vez pasado el 'susto', el alumnado restaba peso a la vacuna e, incluso, decía haber olvidado de inmediato en qué brazo la habían recibido, como el caso de una escolar.

"Tengo ganas de vacunarme para poder ver a mis amigos"

"A veces es más lo que creemos los adultos y hay más intranquilidad entre papás y mamás que por parte de los pequeños. Algunos padres nos han dicho que sus hijos lloran mucho en el centro de salud, pero aquí alguno ha tenido un llanto, pero poco. Cuando les explicamos a los niños cómo será el proceso, se quedan más tranquilos. En todo momento les trasladamos un mensaje tranquilizador y de calma", afirma la enfermera.

"A mí me hace ilusión vacunarme para estar más protegido"

Lucas, de 1º de Primaria, reconocía que le había dolido la vacuna, y que se la habían puesto "en el derecho, porque soy zurdo y si no, no podré escribir", mientras que su compañero afirmaba que "ya tenía ganas, ya pasé el virus y no quiero volver a tenerlo".

Por su parte, Carmen y Elsa decían haberlo pasado "un poco mal porque te cogen el brazo y duele un poco, pero al final no es nada".

De un curso superior, Vera y Marta esperaban para vacunarse con la autorización en la mano y tenían muy en cuenta el pasaporte covid-19. "Sabemos que no duele y la vacuna nos permitirá entrar en muchos sitios", explican, como también añade Aitana: "Yo tengo muchas ganas de que me vacunen porque así ya podré ver a mis amigos".

"A mí me hace ilusión vacunarme para estar más protegido", indica Borja, junto a su amigo, "un poco nervioso".

Para Laura, la vacuna es positiva porque "así no nos contagiamos de covid y estamos muchos más seguros". Además, "en el cole nos vacunamos todos juntos y no estamos solos".

Vacunación en Primaria en el Colegio Rivas Luna de l'Eliana. M.Á.Montesinos

"Es una vacuna más, como todas las que le he puesto para protegerle desde que nació"

Los padres y madres también mostraban su satisfacción al asistir a la vacunación. "Para mí es un momento muy bueno. Es una vacuna más, como todas las demás que le he puesto desde que nació y todo lo que pueda protegerle, lo hago", explica Gora Zaragoza, madre de una alumna de 1º. "Sí les da un poco de 'cosilla', porque siempre es un pinchazo, pero ya no solo es protección para ella -aunque en los niños la covid parece leve-, también lo es para todos, porque la vacuna nos ayuda a que se erradiquen enfermedades", añade. "Me parece un gran esfuerzo de los centros, los ambulatorios y la sanidad pública valenciana; es loable", destaca la madre.

"Es un esfuerzo loable de los centros, los ambulatorios y la sanidad pública valenciana"

Junto a ella, Nadia Rodrigo también defiende que "igual que nos hemos vacunado los mayores, ahora toca que hoy se vacunen ellos", explica esta mamá de otra nena. "Se ha puesto a llorar cuando ha visto la aguja, pero luego bien, son unos campeones y muy valientes; se están portando muy bien y al estar en el cole y acompañados, es algo diferente, aunque al principio me chocó, pero está muy bien organizado", destaca Rodrigo.

Más dudas tuvo Andrés Osca, padre de dos alumnos, que decidido acompañarlos "por compartir el momento y entrar al cole, porque hasta ahora no podíamos", afirma en referencia a los protocolos. "Firmamos la autorización hace días, pero ha sido una decisión difícil y hemos seguido informándonos hasta el último momento, viendo documentación a favor y en contra... y al final llegas a la conclusión que quizás más por un bien social, para erradicar la enfermedad o por la tranquilidad de los abuelos, es lo mejor", añade.

Desde el colegio, Alberto Morales, director pedagógico del Colegio Rivas-Luna, recuerda que "los centros docentes - el profesorado y los equipos directivos- han realizado un gran esfuerzo durante la pandemia: en el confinamiento, con la educación a distancia; en la presencialidad actual -imprescindible para el desarrollo educativo y social del alumnado, demostrando que son lugares seguros-; y ahora para facilitar la vacunación de niños y niñas, que por otra parte han sido un ejemplo de comportamiento durante la pandemia". 

De hecho, el centro ha tenido en cuenta la actitud ejemplar de su alumnado y también ha intentado mantener su motivación y ciertas actividades pese a la pandemia. Por esto, en el patio lucen un par de murales en relación a la covid-19 realizados por los estudiantes y el centro también colaboró con el grupo La Habitación Roja, con quienes grabaron un vídeo interpretando la canción "Indestructibles".

"Los niños y niñas han sido un ejemplo durante la pandemia"

Con todo, Morales no duda en afirmar que los centros docentes "son un valor imprescindible y seguro para la sociedad, especialmente cuando tienen el apoyo y el reconociendo de la Administración y de las familias, como ha ocurrido durante la pandemia".

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