La Comunitat Valenciana vivió ayer la noche más fría desde el 12 de enero de 2021 (cuando se produjo la ola de frío posterior a las nevadas de la borrasca Filomena) y se registraron temperaturas mínimas de 8,5 grados bajo cero en el Rincón de Ademuz, en el interior de Valencia.

Voluntarias de Cruz Roja preparan las camas del CAES. | LEVANTE-EMV

La noche de hoy dejará la misma sensación térmica, de hecho, ya hay decretada alerta amarilla por temperaturas muy bajas, sobre todo en el interior de València.

Los termómetros marcaron mínimas de 4,9 en València, 3,8 en Castelló y 2,4 en Alicante. Durante la noche, hubo puntos que fueron incluso más fríos, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet): -8,2 grados en Vilafranca; -6 en Villena; -4,7 en Fontanars dels Alforins; -4,4 en Atzeneta del Maestrat; -3,6 en Pinoso; -3 en Utiel; -1,6 en Morella; -0,9 en Ontinyent; -0,9 en Turís; 0,4 en Segorbe y 1 en Alcoi.

Diciembre cálido y anómalo

Pero, pese a lo repentino de su llegada, este comportamiento meteorológico es normal, tal como apunta el climatólogo de Aemet Comunitat Valenciana, José Ángel Núñez: «Las noches más frías de 2022 llegan en el momento en el que es más probable que se registren. En el promedio climático de la Comunitat del periodo 1981-2010, las noches más frías son las próximas al 14 de enero». Y fue ayer, precisamente, cuando las temperaturas bajaron tanto como no se había visto hasta ahora. «Lo anómalo fueron los altos valores que tuvimos hasta el 4 de enero, algo inusual en esta época del año». Aunque la tendencia fría registrada a partir de ayer no se puede calificar como una «ola de frío», pues, «no es una sorpresa que bajen los termómetros entrado enero», las bajas temperaturas «se prolongarán por lo menos los siete o ocho días siguientes sin demasiado cambios», añade Núñez. «El anticiclón está situado en Gran Bretaña y por la parte sur entra algo de viento de Levante, de hí la nubosidad baja de estos días, alguna lluvia débil pero se disipa con rapidez, no habrá muchos cambios en los próximos días», concluye el climatólogo.

Un lugar donde cobijarse

El frío repentino afecta sobre todo a la población más vulnerable, las personas sin hogar, que soportan bajas temperaturas a la intemperie. Dentro de la «operación frío» del Ayuntamiento de València y en un convenio con Cruz Roja, se abrió el 1 de diciembre el Centro de Atención a Emergencias Sociales (CAES), que continuará en funcionamiento hasta el 28 de febrero para dar cobijo a 17 personas durante el invierno más frío. Desde Cruz Roja apuntan que, aunque normalmente las instalaciones acogen a unas 8/9 personas, ayer por la noche, la más fría desde Filomena, fueron 14 los usuarios que se beneficiaron de esta ayuda.

Asimismo, los centros de emergencias disipados por distintos puntos de la Comunitat también cuentan con recursos ante posibles emergencias climatológicas. En estos puntos, Cruz Roja tiene productos de abrigo para paliar el frío. Requena ha sido uno donde ya ha habido acumulación de personas.