El neurólogo valenciano Bonaventura Casanova, responsable de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital La Fe de València, envía un mensaje de tranquilidad sobre la relación entre el virus del Epstein-Barr (VEB), que provoca la Mononucleosis Infecciosa o Enfermedad del Beso, y el desarrollo de la Esclerosis Múltiple (EM). «Hay un conjunto de factores que contribuyen a desarrollar la EM y el virus del VEB es uno de ellos, pero que la relación sea necesaria no significa que sea la causa», aseguró.

Las palabras del doctor Casanova interpretan el reciente estudio de la Universidad de Harvard que pone definitivamente sobre la mesa la relación entre el patógeno y la enfermedad degenerativa que afecta a 2,8 millones de personas en el mundo.

El ensayo siguió a más de diez millones de reclutas militares en Estados Unidos e identificó a 955 que fueron diagnosticados de esclerosis múltiple durante su periodo de servicio. El equipo descubrió que «el riesgo de padecer EM se multiplicó por 32 tras la infección por el VEB, pero no cambió tras la infección por otros virus».

Prudencia sobre el estudio

Según Bonaventura Casanova, hay que interpretar con prudencia los resultados del estudio, ya que aclara que hay otras razones que causan la EM. «Existe una relación conocida desde hace años entre el VEB y la esclerosis, pero como un factor de riesgo. Pero no es el único, ya que también hay otros conocidos como el virus del Herpes tipo VI y otros virus», asegura.

Bonaventura Casanova es doctor en Medicina por la Universitat de València y especialista en Neurología por el Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València. Según Casanova, el estudio de Harvard, publicado estos días por la prestigiosa revista médica Science, es novedoso por la amplitud del ensayo. «Nunca se había realizado un estudio tan amplio. Han visto que de esas 900 personas a las que se les ha seguido con análisis los últimos 20 años desarrollaban la EM, han visto que todas habían tenido contacto con el EB y desarrollaron la EM. Pero eso no quiere decir que el virus provoque la enfermedad, sino que se confirma como uno de los factores conocidos que la provocan», explica.

Y lanza una aclaración para tranquilizar a la población, teniendo en cuenta que cerca del 95 % de las personas ha estado en contacto con el patógeno de una o de otra manera. «Para las personas que sufran o hayan sufrido la enfermedad del beso, esto puede caer como una espalda de Damocles. El hecho de haber tenido contacto con el VEB no implica el en absoluto el desarrollo de la EM, ya que son muy pocas las personas que la padecen», asegura.

Casanova, galardonado por la Sociedad Española de Neurología (SEN) con el Premio SEN Esclerosis Múltiple como reconocimiento a su «amplia labor científica» y a su dedicación por la investigación de esta enfermedad neurológica, amplía los factores que provocan el desarrollo de la EM, más allá de la popularmente conocida como enfermedad del beso. «Aparte de los mencionados, son más cosas, como por ejemplo un transfondo genético determinado, o la microbiota, el estilo de vida o la obesidad. Hay un montón de factores que influyen en el desarrollo de la enfermedad», explica.

Más de 50 ensayos clínicos

Desde la actividad asistencial, el doctor Bonaventura Casanova ha impulsado la actividad investigadora en Esclerosis Múltiple con la dirección de más de 50 ensayos clínicos y proyectos de investigación competitivos y la publicación de más de un centenar de artículos en revistas indexadas. Su grupo también ha presentado más de 400 comunicaciones a reuniones y congresos.

El estudio de la Universidad de Harvard, que demuestra que el VEB multiplica por 32 las posibilidades de desarrollar la Esclerosis, confirma, eso sí, la estrecha relación con el virus. «Probablemente sea necesario que exista un contacto para que haya un desarrollo immunopatogénicos, pero no es suficiente. Si hiciésemos un estudio a toda la población, casi todos seríamos positivos. Eso debe quedar muy claro. Así que uno no debe en absoluto estar preocupado porque vaya a desarrollar un EM», concluye.

La patología no sigue ningún patrón hereditario, según la SEN

La Sociedad Española de Neurología (SEN) puntualiza que todas las investigaciones siguen apuntando a que el desarrollo de la EM es resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, y no de una única causa.

El comunicado de la sociedad médica subraya que sigue sin estar claro por qué la Esclerosis Múltiple, una enfermedad crónica autoinmune y degenerativa del sistema nervioso central, se manifiesta en algunas personas y en otras no.Los estudios apuntan a que los factores ambientales son cruciales durante la niñez y que las dos primeras décadas de vida son fundamentales en el riesgo de padecer esclerosis múltiple, apunta la SEN.

Además, esta enfermedad degenerativa no sigue un patrón de herencia convencional, sino que se han identificado más de 200 genes que influyen en el riesgo de desarrollarla.