La consellera de Sanidad, Ana Barceló, aseguró ayer ser «consciente» de que la sexta ola y la explosión de contagios que ha traído con ella la variante ómicron está provocando «importantes tensiones» en la Atención Primaria pero estas no se pueden resolver por la vía rápida de la contratación de más médicos porque, simplemente, «las bolsas están vacías. No hay un solo médico de Primaria y solo cuatro enfermeras en la bolsa de un departamento, que serán contratadas».

Es la justificación que ayer dio la consellera ante la diputación permanente de las Corts para explicar por qué está siendo tan difícil contener los estragos que la sexta ola está dejando en los centros de salud. «Soy consciente de las molestias sufridas por la ciudadanía» como no poder acceder a los centros de salud o tener que hacer largas colas ante unas centralitas saturadas, aseguró Barceló, que volvió a poner sobre la mesa los 6.656 contratos de refuerzo covid prorrogados hasta abril y la creación de 6.000 nuevas plazas estructurales — 1.560 en los centros de salud— como solución a los actuales problemas.

Según profesionales y sindicatos, sin embargo, ni con los refuerzos covid está siendo posible manejar el aluvión de pacientes por la covid y la carga burocrática aparejada ya que también se están multiplicando las bajas entre el personal sanitario (2.203 profesionales según las últimas cifras). El resultado es que la situación es «insostenible» desde hace varias semanas y, según critican, ya está pasando factura a la vigilancia de pacientes de otras patologías no covid. De hecho, ante la falta de personal, Sanidad permitió los llamados «módulos» de Primaria, que permitan a los profesionales doblar jornadas a cambio de una retribución extra. El año pasado solo en Primaria se hicieron 133.413 horas de más, con una inversión aparejada de 13 millones.

Frente a esta situación, Barceló enumeró las medidas que se han puesto en marcha y que no pasan por contratación de personal, sino que se centran en la dinámica de trabajo y en la burocracia. Así, la titular de Sanidad recordó se han dejado de hacer rastreos de contactos si no hay personas vulnerables; que desde el 7 de enero los resultados de las pruebas se mandan por SMS (ya se han enviado 992.720); se han prorrogado los tratamientos a los 571.667 pacientes crónicos que hay en la C. Valenciana para que no tengan que ir a su médico; se ha incluido a 714 farmacias en el sistema de notificación de positivos y se ha activado una web para pedir la baja y el alta simultánea a los 7 días de forma telemática. A través de este sistema ya han pedido su baja covid 2.241 valencianos desde que se puso en marcha el pasado viernes.

Las críticas a estas medidas es que son coyunturales y no suponen un cambio «real» en la forma de trabajar y en la organización de la Atención Primaria, una cuestión que ya era demandada de forma insistente antes de la pandemia. Según la consellera, la Estrategia Valenciana de Atención Primaria y Comunitaria, cuyas conclusiones «presentaremos este mes», sí establecerá las bases de esta nueva forma de trabajar —según las demandas de sociedades científicas y sindicatos— y además hay prevista una inversión de 91 millones en infraestructuras.

La situación en los centros de salud contrasta con la de los hospitales, algo que también quiso destacar Barceló como ejemplo de cómo las vacunas habían ayudado ante esta sexta ola.

«Con más del triple de incidencia que hace un año hay dos veces menos personas hospitalizadas. Estamos muy lejos de los datos de ocupación de hace un año», aseguró Barceló que reconoció que aún así los hospitales más pequeños sí estaban registrando «situaciones de presión asistencial» pero con tasas , de ocupación «radicalmente distintas a las del año pasado». Aún así, y según la consellera, se estaba «actuando» con la puesta en marcha, por ejemplo, de los planes de contingencia para habilitar camas extra paralizando, por ejemplo, operaciones no urgentes.