La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) publica este lunes un estudio de los profesores José Emilio Boscá (Universitat de València (UV) y Fedea), José Cano (UV) y Javier Ferri (UV y Fedea) en el que se analiza la evolución de la pandemia de covid en España durante 2021 así como el impacto que la vacunación ha tenido sobre el número acumulado de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos y del personal adicional que sería necesario en el sistema de atención primaria para hacer frente a la sobrecarga de trabajo que está generando la sexta ola debido a ómicron.

Debido a que más del 90 % de la población está inmunizada con las dos dosis (en estos momentos ya se está inoculando la tercera en mayores de 40 años y va a empezar en los treintañeros), los autores concluyen que existe "una clara tendencia a la baja" durante 2021 en la "gravedad de la epidemia y la presión que ésta ejerce sobre las camas hospitalarias" tanto en planta como en unidades de cuidados intensivos (UCI). Asimismo y como consecuencia de esto último, la "letalidad del virus se ha reducido drásticamente durante 2021". Hace un año, a finales de enero de 2021, se llegaron a notificar casi 100 muertes diarias, mientras que se llegó al pico de 4.777 hospitalizados, de los que 670 llegaron a las UCI. Actualmente, hay menos de 200 enfermos graves en intensivos. Por tanto, según el comunicado de Fedea, hecho público este lunes, la probabilidad de que la infección exija tratamiento hospitalario se ha ido reduciendo y también lo ha hecho el número de muertes, tanto en relación con el número de contagios como en términos absolutos. Aunque el número total de contagios ha batido todos los récords a finales de año con la nueva ola generada por la variante ómicron, la gravedad media de las infecciones se ha reducido muy considerablemente.

La causa inmediata de la mejora de la situación sanitaria ha sido la creciente inmunidad de la población, debido fundamentalmente al rápido proceso de vacunación. "El impacto positivo de las vacunas sobre los indicadores sanitarios ha sido extraordinario", resumen los autores. Sin vacunas, se estima que las muertes por covid habrían sido casi seis veces mayores, concentrándose entre los segmentos de mayor edad. "Por ejemplo, la no disponibilidad de vacunas habría aumentado las muertes por covid un 571 por cien con respecto a las observadas, aunque los menores de 60 años sólo sufrirían el 2,1 por cien del aumento total, mientras que los mayores de 80 años hubieran sido los principales damnificados", se expone en las conclusiones del documento de trabajo.

El catedrático de Economía de la UV y uno de los tres firmantes del estudio, J. Ferri, explica que el trabajo trata de "dar respuesta con el apoyo de los datos oficiales del ministerio y de otros organismos, a cuestiones relevantes y que aparecen recurrentemente en el debate público. Hemos tratado de ordenar las cosas y dar respuesta a cuestiones que se hace la gente y cómo puede derivar la pandemia".

Así respecto al debate sobre la "gripalización" o no, los autores tratan de dar respuesta al interrogante, ¿Cómo de diferente sería un escenario de vacunación generalizada contra la covid con respecto a una temporada de gripe estándar?". Una de las conclusiones que aportan es que si toda la población hubiera estado vacunada desde la primera semana de abril del pasado año, la incidencia de la covid durante 2021, medida en términos de hospitalizaciones y defunciones, habría sido similar a la de un mal año de gripe, como la que se vivió en la temporada de 2017/18, en la que se registraron 15.000 defunciones debido a la fuerte incidencia de ese virus: "Bajo el supuesto de que toda la población hubiera estado vacunada de la covid desde la primera semana de abril, la incidencia de la enfermedad en términos de hospitalizaciones y defunciones durante 2021 habría estado por encima de una temporada de gripe con actividad baja, pero en la línea de una temporada de gripe con actividad moderada/alta".

¿Qué coste en términos de hospitalizaciones y defunciones están imponiendo los antivacunas durante la sexta ola, cuando ya toda la población ha tenido la posibilidad de ponerse la dosis? Pues a esta pregunta, el documento de Fedea responsabiliza a quienes no quieren vacunarse de "aumentar un 44 % las hospitalizaciones en la sexta ola (un 79 % para el grupo entre 30 y 59 años), un 78 % los ingresos en UCI (143 % para el grupo entre 30 y 59 años), y un 32 por ciento las defunciones (53% en el grupo de edad entre 30 y 59 años)".

Dos profesionales más por centro de salud para descongestionar Primaria

Partiendo de hipótesis que intentan ser razonables sobre el tiempo necesario para realizar pruebas diagnósticas y gestionar bajas y altas laborales, en el estudio se realiza una estimación del personal de refuerzo que sería necesario para absorber la sobrecarga de trabajo que la sexta ola está suponiendo para el sistema de Atención Primaria en los centros de salud valencianos. Según los cálculos de los autores, desde el inicio de la sexta ola la plantilla de cada centro de atención primaria en España habría tenido que aumentarse en más de dos empleados de media. En ausencia de este refuerzo, la carga agregada de trabajo de los médicos habría aumentado alrededor del 24 %, de lo que aproximadamente seis puntos porcentuales se deberían a la gestión de bajas y altas médicas. En el caso de los enfermeros, el aumento en la carga de trabajo habría sido del 19 % y del 36 % en el del resto de profesionales, donde se incluyen, entre otros, los recepcionistas/telefonistas y los técnicos de laboratorio.

Se deberían establecer procedimientos rápidos y eficientes para realizar pruebas de antígenos y/o PCR

El trabajo finaliza con algunas recomendaciones para lidiar con la etapa actual de la pandemia. Entre ellas destaca la necesidad de incentivar la vacunación mediante la generalización de la exigencia del pasaporte covid o pruebas diarias para acceder a ciertas instalaciones o eventos, ya que "la idea es que las personas no vacunadas tengan más difícil el acceso a actividades de ocio y esparcimiento para incentivar su vacunación, dado el coste social que generan"

Asimismo los autores recomiendan la posibilidad de establecer centros específicos, como los vacunódromos, fuera de los centros de atención primaria para la realización de pruebas diagnósticas, así como procedimientos más ágiles para la tramitación de altas y bajas laborales por motivos médicos. "Se deberían establecer procedimientos rápidos y eficientes para realizar pruebas de antígenos y/o PCRs. El colapso de la atención primaria tiene que ver con actos médicos poco complicados técnicamente y poco exigentes en tiempo, como son la realización de tests diagnósticos, o la concesión de bajas y altas médicas. En grandes ciudades, se pueden habilitar puntos de realización de test fuera de los centros de atención primaria (al modo de los vacunódromos). Los resultados podrían comunicarse a la administración que ha de cursar las bajas, estableciendo procedimientos ágiles de gestión", se expone en el documento.

En la Comunitat Valenciana, cabe recordar, que desde las farmacias ya se pueden comunicar los positivos de aquellas personas que acuden a las boticas a realizarse un test, mientras que también se ha habilitado una web para tramitar las altas y bajas directamente durante un periodo de siete días una vez confirmado el contagio de un trabajador.

Realización de una prueba PCR, en una imagen de archivo. Rubén Sebastián

Más colaboración con la sanidad privada

De la misma forma se propone la colaboración con la sanidad privada para descongestionar la red pública y que las autoridades sanitarias "deberían elaborar planes de contingencia para reforzar eficientemente el sistema de atención primaria, el sistema hospitalario y la atención de cuidados intensivos". Por ello consideran "primordial evaluar correctamente los incrementos de carga de trabajo que ocurren en situaciones de estrés pandémico, para que los refuerzos de personal que se habiliten permitan no tener que renunciar a la atención a otras patologías. En tales situaciones, el personal sanitario debería poder ser trasladado transitoriamente de sus puestos de trabajo habituales a otros en los que exista saturación".