Las últimas primarias provinciales del PSPV deben quedarse en una cuestión orgánica y no dar pie a "batallas estériles". Es el mensaje, claro, que el líder del partido y jefe del Consell, Ximo Puig, ha lanzado a los suyos al término de la última ejecutiva, celebrada esta tarde. Era la primera tras las primarias provinciales y ha tenido recado en clave interna. Las palabras de Puig son una manera de llamar a los suyos a no mover la silla a Toni Francés (portavoz del grupo en la Diputación de Alicante) y a José Martí (presidente de la Diputación de Castelló). Y también, por si acaso, a Toni Gaspar (presidente de la corporación provincial valenciana), aunque esto último es más improbable. La consigna tiene especial valor porque Francés, directamente, y Martí, indirectamente, han resultado derrotados en las primarias. Es una manera de pedir a los ganadores que no es el momento de meterse en peleas de poder.

"La comisión ejecutiva nacional da apoyo a todas las compañeras y compañeros que están en las instituciones", ha dicho Puig. Y ha ha citado alcaldes, presidentes de diputaciones (con especial énfasis en la entonación, según algunos asistentes) y portavoces en ellas. "Estamos aquí para defender los intereses de los ciudadanos, no para defender ningún interés particular". Mensaje nítido, por tanto. "En el Partido Socialista aspiramos a una mayoría social que nos permita gobernar con la máxima potencia y es en esto donde tenemos que seguir trabajando".

La situación interna es especialmente tensa en Alicante, donde Alejandro Soler se impuso en las votaciones para el liderazgo provincial al candidato más próximo a Puig, que a su vez es el actual portavoz en la diputación y alcalde de Alcoi. El jefe del Consell intenta así frenar batallas intestinas a un año aproximadamente de elecciones autonómicas. En el caso de Castelló, el presidente de la institución provincial apoyaba a Ernest Blanch. Sin embargo, ganó el alcalde de l'Alcora, Samuel Falomir, que sí que tenía el apoyo de la dirección autonómica. A pesar de ello, el mensaje de Puig es también de respaldo a Martí.

En València hay menos problemas. Al menos, de momento. Ganó el candidato más próximo a Puig, Carlos Fernández Bielsa, que es vicepresidente de la diputación, pero aquí la conexión interna con Gaspar evita conflictos. Los cambios, si los hay, serán tras las próximas elecciones municipales.

En este contexto,  Puig ha acabado su intervención ante la ejecutiva con un reconocimiento a los secretarios generales electos de las provincias. A continuación, lanzó una llamada "clara" en favor de "la cohesión, la unidad, la estabilidad y la responsabilidad". "No estamos para mirarnos el ombligo ni para batallas estériles. No podemos debilitarnos. Quien debilite el partido solo ayuda a perder un espacio que a este partido le ha costado mucho ganar". El mensaje de Puig fue claro y contundente.

Al margen de lo orgánico, la portavoz del PSPV-PSOE, Ana Domínguez, ha apelado a “la unidad y el rigor” de todas las fuerzas políticas para “conseguir resolver el problema de la financiación autonómica”, y ha señalado que “los y las socialistas pedimos máximo consenso para conseguir resolver el problema de la financiación. Además, ha dicho que “el Gobierno de Pedro Sánchez ha dado un paso fundamental, que es presentar un esqueleto para el nuevo modelo”.