El Arzobispado de Valencia asegura que el problema de los abusos a menores "no compete solo a la Iglesia", cuyos miembros, defiende, son responsables del 0,2 % de este tipo de actos, por lo que cree que se deberían investigar también los cometidos en el seno de la familia o "entornos sociales dependientes de la Administración".

El director de la Oficina de Protección al Menor del Arzobispado de Valencia, Daniel Juan, explica que el departamento que dirige no ha recibido una sola denuncia "formal", sino "casos o datos" -no ha cuantificado la cifra- facilitados o conocidos en su mayoría por medios de comunicación, correspondientes a las décadas de los 50, 60 y 70 del siglo pasado. Además, han puesto en conocimiento de la Fiscalía el caso de un abuso supuestamente cometido por un laico en 2021.

Según explica, ningún sacerdote ha sido apartado de su cargo en el ámbito de actuación del Arzobispado de Valencia desde que existe la referida oficina de Protección al Menor.

"Hemos de partir del axioma de que un solo caso es demasiado y una sola víctima es todo para nosotros", insiste.

Daniel Juan asegura que conoció el caso de la presidenta de la Asociación contra el Abuso Sexual Infantil, Inma García, según publicó Levante-EMV, por la prensa y añade que el arzobispado ya ha establecido contacto con ella y está a la espera de recibir una respuesta.

"Para nosotros es muy triste lo que sucede; estamos de parte de las víctimas, escuchándolas y acompañándolas, recibiendo toda la información para emprender las acciones que tengamos que emprender", apunta.

Defiende que la Diócesis de Valencia fue la primera en abrir la oficina de Protección del Menor y preguntado por el motivo por el que no acuden a ella las supuestas víctimas señala que no lo sabe, y reitera la total disponibilidad a acoger, escuchar, acompañar y reparar el daño, y ofrecer incluso apoyo psicológico o asesoramiento legal, ya sea en el ámbito penal o en el canónico.

"El problema para nosotros es que no podemos contar solo con datos sociológicos, o casos sin caras o personas a las que poder dirigirnos", añade.

Preguntado por si la Iglesia está en condiciones actualmente de ofrecer un entorno seguro para la infancia, Juan asegura que "sin duda".

"De un tiempo a esta parte hemos puesto todos los medios, creo sinceramente que nuestros colegios y parroquias han sido pioneros en esta protección del menor", reivindica.

Sobre la posibilidad de la puesta en marcha de una comisión parlamentaria para la investigación de los abusos ha apuntado: "Diría una cosa muy clara, un abuso es un abuso, en cualquier entidad; no podemos poner apellido a los abusos".

"¿Por qué una investigación sobre abusos dentro de la Iglesia y no contra las personas? ¿Por qué hemos de poner apellidos, por qué se quedan fuera los abusados en el entorno familiar o en cualquier entorno social dependiente de la Administración? Yo creo que es el momento de ir codo con codo, de no hacer una lectura partidista de esto y de dejar a las instituciones judiciales que decidan", agrega.

A su juicio, "no es un problema que competa solo a la Iglesia, hoy mismo ha salido el porcentaje de que solo el 0,2 % de los abusos corresponden a miembros de la iglesia, y los abusos no los comete la Iglesia, sino que son abusos en la Iglesia, como un abuso en la familia no es un abuso cometido por la familia".