Más de 200 niñas que residen en la Comunitat Valenciana se encuentran en riesgo de sufrir mutilación genital femenina, según alerta Save the Children.

Con motivo del 6 de febrero, Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, la organización advierte que 3.652 niñas en España están en riesgo de sufrirla, según los últimos datos de 2020 del Ministerio de Igualdad.

La entidad ha estudiado la prevalencia de prácticas nocivas en España, entre las que se encuentra la mutilación genital femenina y que estima que en la Comunitat Valenciana 237 niñas estarían expuestas a esta práctica.

La mutilación genital femenina (MGF) hace referencia a "todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos", según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El análisis se ha basado en el estudio de la información ya existente y en entrevistar a profesionales de distintos sectores: de la administración pública, ONG, sanitario, policial, de mediación cultural y género.

"Aunque el riesgo de mutilación de una niña que ya haya nacido en España se ha reducido notablemente debido a la activación de mecanismos de detección en los servicios sanitarios y en el ámbito educativo, como el puesto en marcha por la Conselleria de Sanidad en 2016, todavía se trata de un problema tabú y se desconoce su alcance real. Además, las niñas nacidas en los países que practican la mutilación genital femenina y llegan a España corren más riesgo de sufrirla", explica, en un comunicado, el director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, Rodrigo Hernández.

En el caso de España, como país receptor de personas que provienen de países donde se sigue mutilando a las niñas, los esfuerzos están más centrados en la prevención, detección y protección de niñas en riesgo de sufrir mutilación genital y en la atención a aquellas que llegaron a España ya mutiladas.

La Comunitat Valenciana es la cuarta autonomía con más niñas en riesgo de sufrir la Mutilación Genital Femenina, solo por detrás de Catalunya, Madrid y Andalucía. Por provincias, València es la que cuenta con más niñas en riesgo de sufrir la Mutilación Genital Femenina (145), seguida de Alicante (67) y la provincia de Castelló (25).

Cada comunidad autónoma tiene su propio protocolo de actuación cuando se identifica un posible caso de mutilación genital femenina y también existe uno nacional aprobado en 2015. "Aunque sigue siendo un tema tabú no solo en las instituciones públicas si no en el propio ámbito familiar, la mutilación genital femenina es un tema que cuenta con una trayectoria de años de investigación e intervención, de debate público a nivel internacional".

Esto, junto con los protocolos existentes y la prohibición de la práctica en algunos países en los que no estaba penada -como Nigeria y Senegal- y saber que en España la mutilación es constitutiva de delito, "ha facilitado en cierta forma el tratamiento de la mutilación con las familias y las madres", reconocen las mediadoras culturales entrevistadas en el análisis.

También se pone el foco en la prevención a través de la detección temprana en las consultas pediátricas, ya que hasta los 14 años acuden regularmente a las citas, y establecer un vínculo de confianza con la familia resulta esencial para tratar el tema, sin criminalizar pero con el objetivo de prevenirlo. "Los protocolos deben ser conocidos y participativos en la elaboración y no solo con la participación del ámbito sanitario", señalan.

Uno de los principales obstáculos para atajar el problema de mutilación genital femenina en España es la falta de datos, porque los números son estimaciones, pero también la manera en la que se utilizan y analizan.

La crisis sanitaria y social por la pandemia ha acentuado la inseguridad y desprotección

"Actualmente, los registros administrativos no se emplean de forma eficaz; la recopilación de los datos no se hace de forma sistemática; existe una falta de desglose en los registros; apenas se realiza una centralización de los datos; y los profesionales que codifican y evalúan la mutilación genital femenina no cuentan con toda la formación", afirma Catalina Perazzo, directora de Incidencia Política y Social de Save the Children.

La crisis covid acentúa la desprotección

Desde la ONG recalcan que la crisis sanitaria y social por la pandemia ha acentuado la inseguridad y desprotección que viven muchas personas vulnerables y, por tanto, muchas y muchos menores. La obligatoriedad de permanecer en los hogares durante los primeros meses de la pandemia aumentó la exposición de menores y adolescentes a situaciones de riesgo que ya se daban en el ámbito familiar.

Sin tener datos oficiales, si se cree que, debido a la delicada y estresante situación en los centros hospitalarios, ha habido más dificultad para controlar casos de mujeres ya mutiladas que han tenido hijas durante este tiempo, sobre todo, durante los primeros meses de 2020.

"Se han realizado avances pero debemos seguir avanzando y no olvidar todos los tipos de violencia. Es fundamental que en el marco de intervención participen los distintos agentes implicados, como el educativo, sanitario y servicios sociales, incluir la perspectiva intercultural y de género --una visión constructiva, de respeto y comprensión mutua--, la incorporación de mediadores culturales, y un trabajo previo con las familias para la sensibilización y formación entre todos los profesionales", aclara Perazzo.

En el ámbito autonómico, la organización valora el protocolo de 2016 puesto en marcha por la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública para combatir la MGF, así como el recurso para la atención especializada y multidisciplinar de mujeres que hayan sufrido MGF puesto en marcha por la Unidad de Referencia para la Cirugía Reconstructiva del Hospital Universitario Doctor Peset de València.

"Es fundamental continuar trabajando en esta dirección y que la aplicación de la Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia en la Comunitat Valenciana contemple medidas concretas para erradicar este tipo de violencia, como algunas de las ya incluidas en las Estrategias Valenciana de Migraciones o contra las Violencias Sexuales. Además, necesario seguir impulsando la capacitación y la formación a los profesionales que trabajan con la infancia en riesgo para que puedan detectar e intervenir ante un posible caso", concluye Hernández.