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Los confinamientos acrecientan el refuerzo educativo extraescolar

Las familias alertan de la brecha social de las clases particulares y Save The Children pide más financiación pública para la infancia vulnerable

Una imagen de clases en el Ayuntamiento de Torres Torres porque el colegio está en obras. | DANIEL TORTAJADA

Un reciente informe de la universidad privada Esade concluye que el 24,2 % de los estudiantes consume clases particulares en España. El estudio no incluye datos autonómicos pero la percepción en la Comunitat Valenciana es que la pandemia ha acrecentado el número de alumnos que reciben clases particulares por los confinamientos. Rubén Pacheco, presidente de la Confederación de Ampas de la Comunitat Gonzalo Anaya aterriza esta realidad, pues cree que la covid ha incrementado la demanda: «Tenemos claro que desde el primer confinamiento, medio curso en casa, sumado a las diferentes cuarentenas puntuales, arrastramos unos déficits educativos que preocupan a las familias, y eso podría ser la razón para llevar a los niños y niñas a clases particulares».

Varias familias con las que ha contactado este periódico confirman que la preocupación es creciente con los confinamientos esporádicos y la atención discontinua a las aulas. «El alumnado necesita más refuerzo, después del confinamiento largo y ahora cada vez que confinan a una clase». Habla Elena Oliva, madre y gerente de la empresa EP Servicios Escolares, que prevé de actividades y refuerzo a colegios en València y aunque apunta que estos dos años la actividad ha caído un 50 %, va recuperando el ritmo.

El «olvido vacacional»

Rodrigo Hernández, Director Territorial Save the Children Comunitat Valenciana, por su parte, coincide con las Ampas y habla del alumnado más vulnerable: «El posible distanciamiento de los estudios sobre todo en los niños y niñas más vulnerables consecuencia de la pandemia puede potenciar el ‘olvido vacacional’, que es como se llama a estar fuera de las aulas durante un periodo de tiempo, por eso hay que actuar y corregir las desigualdades que se han incrementado».

Con todo, la reflexión que hace la confederación de Ampas es que «es injusto que no todas las familias puedan pagar ese refuerzo por economía o por no tener conocimiento para ayudar a los hijos e hijas en casa. Esta es la brecha social de las clases particulares».

Por eso, creen que «la escuela tiene que ser compensadora de estas desigualdades, ese es su papel y su misión más importante, nunca se debería ir fuera para aprender o reforzar, porque el colegio como institución pierde si un alumno necesita salir fuera para aprender un contenido o competencia curricular».

Por su parte, Rodrigo Hernández pone el foco en la infancia más vulnerable y considera que «el refuerzo educativo es imprescindible para garantizar la equidad en los niños más vulnerables». «Un niño que viene de un contexto de pobreza no puede contar con la ayuda de sus padres por no tener conocimientos o por estar trabajando» y «en muchos casos es imposible permitirse un refuerzo privado», explica.

Luchar contra el abandono

«Las condiciones de estudio son distintas para la infancia vulnerable, el acceso a internet, el espacio del que se dispone, estudiar a veces es complicado», dice Hernández. Save The Children atiende cada tarde a 800 niños y niñas en la Comunitat Valenciana en jornadas de refuerzo educativo. «El objetivo es luchar contra el fracaso escolar (que está bajando cada año, también la tasa de abandono temprano) y garantizar que puedan continuar con normalidad su educación».

Para poder tener recursos de extraescolares y refuerzo en los colegios de la Comunitat, la Conselleria de Educación emite cada año unas ayudas destinadas a los ayuntamientos para organizar actividades extraescolares y de refuerzo. El área que dirige Vicent Marzà destinó el primer año de la pandemia, 9 millones de euros extraordinarios a los ayuntamientos para que ofrecieran actividades extraescolares y de refuerzo a las escuelas de forma gratuita para las familias y para el curso 2021-2022 destina 5,9 millones.

Por otra parte, existe el programa PROA+ del Ministerio de Educación y FP, cofinanciado al 50 % entre el Gobierno y las autonomías para fortalecer a los centros financiados con fondos públicos que tengan mayor complejidad e indicadores más altos de pobreza educativa. El año pasado se contrataron, con este programa, a 245 docentes de refuerzo para 239 centros, según informa la conselleria. Para Save The Children, la financiación estatal «es insuficiente» si se compara con la otros países. «Recibe una dotación ínfima (320 millones para 3 años frente a 1300 millones en digitalización). En Reino Unido destinan 1270 millones».

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