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Madrid acumula 233 sedes de organismos del Estado frente a diez de la C. Valenciana

Los datos evidencian una alta centralización con más entes en la capital que en el resto de autonomías juntas

Madrid acumula 233 sedes de organismos del Estado frente a diez de la C. Valenciana

El Gobierno acaba de poner las bases para abrir un proceso de descentralización de entes y organismos adscritos a la Administración del Estado que intentará revertir una tradición con poso histórico, la de amplia concentración de sedes públicas en la capital de España que afectaría, de momento, a las de nueva creación.

Los datos de la situación de partida a la que se enfrenta el proyecto del Gobierno resultan muy clarificadores y evidencian una altísima centralización ya que la capital de España cuenta con más organismos estatales establecidos que el resto de autonomías juntas.

Madrid acumula un total de 233 entidades frente a una decena ubicadas, por ejemplo, en la Comunitat Valenciana.

Según los datos del inventario de entes del sector público adscrito a los ministerios, la Comunitat Valenciana apenas cuenta con las conferencias hidrográficas de sus cuencas territoriales, las sedes de las autoridades portuarias, la sociedad mercantil Valencia Plataforma Intermodal, el consorcio Valencia 2007, el Hospital Intermutual o la Unión de Mutuas además de extensiones de la UNED o la Casa del Mediterráneo.

En cambio, en el listado de las sedes radicadas en Madrid aparecen entidades que gestionan actividades que se realizan a muchos kilómetros de distancia de la capital como la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, el Instituto Social de la Marina, la entidad Navantia, dedicada a la construcción y reparación de buques; el fondo para la diversificacion del sector pesquero, el fondo estatal de Garantía Agraria, la sociedad de Tecnologías y Servicios Agrarios, la mercantil de Infraestructuras Agrarias, Aguas de las Cuencas Mediterráneas, el instituto para la reestructuración de la Minería del Carbón, la de Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras o el organismo Autónomo de Parques Nacionales, por poner algunos ejemplos.

También figuran sedes como la de Puertos del Estado que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pidió formalmente el pasado verano al Gobierno su traslado a la Comunitat Valenciana.

Así surge un discurso que empieza a ganar adeptos en muchas autonomías y que se pregunta si es necesario que un Estado organizado sobre un modelo autonómico tenga la inmensa mayoría de los entes estatales en la capital. Un debate que abrió el jefe del Consell, que también ha denunciado en reiteradas ocasiones la macrocefalia de la capital que acumula cada vez más recursos a costa del vaciado del resto.

Puig suele señalar a modo de ejemplo el sinsentido que supone que la sede de la institución pública encargada de gestionar los puertos estatales se encuentre a más de 350 kilómetros del mar, lo que a su juicio es la mejor muestra del «centralismo ineficiente». El jefe del Consell suele poner como ejemplo que el Instituto Oceanográfico Nacional se encuentre también en la capital.

Los efectos de la capitalidad

Un estudio del Instituto Valenciano de Actividades económicas (Ivie) sobre los efectos de la capitalidad ya señaló en su momento que la concentración territorial de las instituciones no es la única opción para la organización del Estado, ni en los países unitarios ni en los federales. Y tampoco responde a criterios de eficiencia, ni desde luego de equidad territorial o de reparto del poder.

En cambio, una estrategia de desconcentración, señala el organismo que dirige Francisco Pérez, puede servir para reforzar los vínculos entre regiones y, a la vez, para generar polos de desarrollo de actividades basadas en el conocimiento en otros lugares.

España, dicen, podría imitar los ejemplos de Alemania —con un elevado número de agencias estatales, el Banco Central alemán, tribunales federales y algunos ministerios ubicados fuera de la capital— y de la Unión Europea, que cuenta con un amplio número de agencias estatales y centros de investigación fuera de Bruselas, Estrasburgo o Luxemburgo.

Según ese trabajo, el espacio para desconcentrar organismos del Sector Público Estatal español es enorme: poderes del Estado, autoridades económicas y reguladoras, organismos autónomos, empresas públicas, agencias o centros de investigación. Y añade que la tendencia a la concentración en Madrid debería no solo frenarse sino combatirse para promover el equilibrio territorial.

Sin embargo, el decreto del Gobierno para avanzar en la creación de nuevos entes en otras autonomías ya ha generado las críticas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que cree que se busca «destrozar» y «descapitalizar» Madrid. Unas críticas que señalan las fuertes resistencias con las que ese intento de desconcentración del Gobierno se va e encontrar.

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