Nueva polémica entre los opositores a Policía Nacional por las preguntas de la prueba de ortografía. A la incertidumbre por el hecho de que unas respuestas acertadas signifiquen el aprobado o el suspenso, se une la indignación por el uso de algunas palabras en la prueba.

El pasado sábado, miles de valencianos y valencianas que buscan una plaza como Policía Nacional se presentaban a una maratoniana jornada de exámenes en València:  test psicotécnicos, de personalidad, biodata, conocimientos y teoría, ortografía e idiomas. Todos ellos ya superaron las pruebas físicas celebradas el pasado noviembre.

La polémica se centra, principalmente, en la prueba de ortografía. Los aspirantes debían enfrentarse a cien palabras, donde tenían que escoger la casilla A, si consideraban que el término era correcto, o B, si creían que era erróneo. En este sentido, había tres palabras que una buena parte de los opositores dieron por malos: stent, majorette y software.

Majorette, en cursiva, según la RAE

Según han explicado algunos de los afectados, las tres palabras estaban escritas en redonda y por ello las consideraron erróneas, al entender que deberían haber estado escritas en cursivas para fueran válidas. Así, sostienen que el diccionario de la Real Academia, que sirve de documento base para las pruebas, indica que vocablos extranjeros, como es el caso de las tres palabras en cuestión, deben escribirse en cursiva y no en redonda, como aplicó la Dirección General de Policía.

La palabra software, en el diccionario de la RAE

Ahora, centenares de afectados ya han preparado las impugnaciones contra, al menos, estas tres palabras, que pueden suponer superar o no el corte del 5.

Y es que las pruebas de ortografía se han convertido en uno de los puntos polémicos de los procesos de selección de agentes de Policía Nacional. El pasado año, fue la primera vez que se incluyeron en el examen palabras bien escritas pero que no están recogidas, al menos en aquel momento, por el diccionario de la RAE. De hecho, tal fue la dificultad de la prueba del pasado año, que la nota de corte (es decir aprobado) se rebajó a un 3,5. En 2019 ocurrió lo contrario: el corte se situó en el 6,2, dejando fuera a más de 4.000 aspirantes.