Hamu Mroue Cuenca, Raquel Martín Tórtola y Juanjo Villafranca Camuñas no son únicamente los finalistas en la categoría de Acción Social de la novena edición de los Premios Talento Joven de la Comunitat Valenciana —organizados por Levante-EMV y CaixaBank—, sino la constatación más fehaciente del compromiso consciente de la juventud.

Sus proyectos, alabados por el comité de expertos del certamen, se centran en la atención y acompañamiento de grupos minoritarios, haciendo hincapié en aspectos tan esenciales como la salud mental o la inclusión.

Tres proyectos finalistas

El maestro y educador social Hamu Mroue se presenta al certamen Talento Joven con un ambicioso proyecto: llevar la accesibilidad a los entornos rurales. Un propósito que materializó en 2017 al conocer a Carlos, un hombre de 67 años con movilidad reducida y cáncer de próstata diagnosticado.

Su ceguera avanzada no consiguió mitigar su sueño de visitar Machu Pichu. Una voluntad que dio forma al proyecto de este joven, Tu-rismo  Adaptado  V3,  tras compartir 25 días en Perú y «alcanzar metas que parecían impensables», como reconoce.

A través de este proyecto ha establecido hasta 16 itinerarios accesibles en los paraísos naturales de la Comunitat Valenciana que promueven la inclusión, sumando más de 80 experiencias mayoritariamente gratuitas.

Su propuesta consiguió convencer al jurado, que la seleccionó como finalista del certamen. Así, Mroue, que ya concurrió con gran éxito a esta cita en su última entrega, promueve el liderazgo de las personas con discapacidad, que pueden seleccionar los destinos que desean visitar.

Una forma de viajar totalmente empoderadora que, además, incentiva nuevos modelos de turismo para la autonomía valenciana.

Hamu Mroue, finalista de Acción Social de Talento Joven. ED

Juanjo Villafranca, cuya propuesta fue seleccionada finalista mediante votación popular y decisión unánime del comité de expertos de Talento Joven, presenta al certamen Blau Inclusió, una asociación que nace del deseo de un grupo de jóvenes dedicarse al cuidado constante de personas dependientes con el objetivo de profesionalizar la figura del «canguro», asociada a un trabajo informal, poco regulado y que precisa de conocimientos y herramientas específicas.

Derrumbar todo tipo de prejuicios, dar visibilidad a todas las capacidades existentes y buscar el sitio que cada persona merece en este mundo tan heterogéneo marcan la hoja de ruta de este joven equipo, que invertiría los 6.000 euros del premio en adquirir una vehículo con el que poder realizar su actividad de forma más ágil.

No obstante, a largo plazo su objetivo es tan ambicioso como necesario. Según detalla Villafranca, «queremos crear un centro de día específico para personas con diversidad funcional, ya que son escasos en la Comunitat Valenciana y la necesidad va en aumento. A los 21 años finalizan su paso por los Centros de Educación Especial y es entonces cuando la familia tiene que buscarse la vida para que sus hijos e hijas sigan labrando su futuro. Consideramos que hay un pequeño vacío por parte del sistema en cuanto a la formación de personas adultas con diferentes capacidades, ya que estos centros, como decíamos, están pensados hasta los 21 años, edad en la que muchos y muchas zanjan su vida escolar, de manera forzada, por no tener opciones públicas y/o concertadas. Y, por lo tanto, se ve acotada su introducción al mundo laboral, ya que es inexistente una formación para ello», admite.

Juanjo Villafranca, finalista de Acción Social de Talento Joven. ED

Por último, Raquel Martín defiende la educación emocional como una respuesta a las necesidades sociales actuales mediante una proyecto de aprendizaje integral que permita a niños, adolescentes, jóvenes y adultos considerar mejores recursos para tomar decisiones y, a su vez, les ayuda a fortalecerse emocionalmente.

Para ello, ha creado diversos talleres como el Programa de Alfabetización Emocional —metodología y herramientas lúdicas que permiten poner nombre a lo que sienten, entender de dónde provienen sus emociones y trabajar corporalmente sobre las claves corporales de la expresión de emociones, así como generar mayor empatía y comprensión de la complejidad emocional—, el Programa de Prevención de Violencia — desarrolla cuatro campos de competencias denominadas como las «4R»: registrar, reconocer, responder y relatar— o el taller No Violencia en la Pareja.

Una propuesta formativa para adolescentes y jóvenes que tiene como objetivo que los y las participantes se apropien de elementos para construir relaciones afectivas libres de maltrato, abuso o violencia. Por último, Martín también imparte el Programa de Promoción del Buen Trato.

Raquel Martín, finalista de Acción Social de Talento Joven.

Raquel Martín, finalista de Acción Social de Talento Joven. ED