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Exclusión social

Uno de cada cuatro hogares tiene problemas para pagar los gastos de la vivienda

El informe Foessa de Cáritas advierte de que dos de cada tres familias valencianas han sufrido exclusión social en algún momento de la pandemia -La juventud ya es un factor de vulnerabildiad: una de cada tres personas de 19 a 29 tiene problemas para desarrollar su proyecto de vida

Colas del hambre en las inmediaciones de Mestalla.

"Estamos viviendo una crisis que se puede comparar con el desastre del Titanic. Ha golpeado de forma inmensa a la sociedad, pero no todos hemos sufrido las mismas consecuencias. Los que estaban en primera clase tenían barcos de emergencia para salvarse y no sufrir, los camarotes de segunda o tercera se cayeron al agua". Así comenzó Daniel Rodríguez de Blas la presentación del informe Foessa de Cáritas, uno de los documentos más completos que radiografían la pobreza y exclusión social nuestro territorio.

Es la primera radiografía completa de la covid -19 y sus consecuencias, y arroja datos muy preocupantes. Datos que esconden personas. Para contextualizar, De Blas (coordinador del documento) ha asegurado que el iceberg de la pandemia ha echo tanto daño a la sociedad como la crisis financiera de 2008 desde que empezó. En la presentación han participado, además de Blas, Ignacio Grande Ballesteros (responsable de Cáritas Diocesana de València) ,Juan Manuel Aragonés (responsable de Castelló-Segorbe) y Victor M. Mellado (Alicante), además del obispo auxiliar de València Arturo Pablo Ros.

En concreto, De Blas ha apuntado que los hogares con dificultades para pagar gastos relacionados con la vivienda (suministros, alquiler, etc) se han triplicado, pasando de 46.000 a 122.000. Es decir, una de cada cuatro familias valencianas se retrasa o tiene problemas de pagos en casa.

Más ancho y profundo

Como en todas las crisis los más afectados han sido los que menos tenían, los que viajaban en la bodega, sin siquiera tablas para agarrarse -siguiendo con el símil de De Blas-. Pero esto no es todo, el coordinador del informe ha añadido que "la exclusión se ha ensanchado y se ha profundizado". Hay familias que nunca tuvieron problemas y están empezando a vivirlos, pero sobre todo las más empobrecidas se han hundido aún más.

Más de 600.000 valencianos están en "el abismo". Cualquier pequeño cambio en sus vidas puede hacer que caigan en la exclusión

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El tsunami se ha llevado por delante hogares integrados. En 2018 el 37 % había sufrido de exclusión social en algún momento. Ahora son dos de cada tres, el 66 %, advierte el informe. Además de esto, Cáritas ha resaltado mucho que hay 620.000 valencianas y valencianos "en el abismo". Cualquier modificación en sus condiciones de vida los va a meter de lleno en la exclusión.

Las rentas se han desplomado, y Cáritas ha advertido que la pobreza severa se ha duplicado en un año. Entre otras cosas, el motor ha sido el distanciamiento social por la covid y sobre todo la digitalización. El apagón digital que sufren uno de cada tres hogares, sin internet o con uno inadecuado, supone una pérdida de oportunidades laborales y de acceso a derechos. Cinco veces menos oportunidades de trabajo, reza el informe.

Pobreza feminizada, extranjera, y ahora también joven

¿Pero qué caras tiene la pobreza? Cáritas dice que tres principalmente, y una de ellas es nueva. La pobreza está feminizada; por ejemplo, el 54 % de los hogares encabezados por mujeres sufren de exclusión, frente a un 18 % de los encabezados por hombres. "Nos entristece ver que esta realidad está fuera de los debates políticos y mediáticos. La desventaja de género permanece y necesitamos políticas eficaces", critica Cáritas.

La pobreza es extranjera. La mitad de las casas encabezadas por personas migrantes es pobre. Una estadística que es más del doble que en las casas encabezadas por personas nativas. "La brecha es clarísima", dice de Blas.

Por primera vez Cáritas incluye la juventud como uno de los factores de vulnerabilidad social

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Pero la pobreza también es -y esto es una novedad- joven. Es la primera vez que Cáritas incluye la juventud entre uno de sus factores de vulnerabilidad. Una de cada tres personas de 19 a 29 años tiene problemas para dar el paso a la vida adulta, según la asociación de la diócesis. "Un trabajo estable, una vivienda y formar una familia son objetivos que en la práctica los jóvenes ven muy lejos, como emanciparse y ser independientes. La realidad es que viven con inestabilidad y empleos muy precarios en caso de tenerlos", ha criticado de Blas.

En lo económico, la destrucción del empleo en la pandemia todavía no ha vuelto, pese a los mecanismos de protección como los ERTE. La cronificación del desempleo en personas que no tenían trabajo antes de la crisis preocupa y mucho a la oenegé. "Seguramente muchos se hubieran resuelto de no ser por la pandemia", cuenta de Blas. Hay 185.00 familias donde todos sus miembros están en paro pese a buscar empleo.

260.000 hogares han abandonado tratamientos o dejado de comprar medicamentos por problemas económicos

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La salud mental en el foco

Igual que la juventud, es la primera vez que Cáritas se toma la salud mental como un problema social muy serio en sus informes. De hecho dicen que es la "gran revelación". Los datos son estos: los trastornos mentales se han multiplicado por cuatro en pandemia. Un 17 % de los valencianos padece alguno.

Pero la pobreza tiene muchas formas, y una de ellas es la farmacéutica. El informe lanza un dato preocupante; 260.000 hogares han abandonado tratamientos o dejado de comprar medicamentos por problemas económicos.

¿Cómo han sobrevivido las familias al hundimiento del Titanic? Pues con tres fórmulas, según Cáritas. La primera es tirando de ahorros propios, la segunda es pidiendo ayuda a otras personas con su red familiar o de amistades, y la tercera es la reducción de gastos habituales. El 25 % de las familias ha recortado en alimentos, ropa y calzado. Si hablamos de los que son ya pobres este porcentaje asciende al 65 %. Los hogares monoparentales son quienes más han recortado.

"Si la sociedad fuera un edificio de cinco plantas quienes más han sufrido la pandemia han sido los vecinos del primero, los más pobres. Los del ático del quinto no es que no hayan perdido dinero, sino que se han enriquecido más tras esta crisis social. La crisis de la covid no ha golpeado igual a todo el mundo", denuncia De Blas.

Pese al estigma de la pobreza, Cáritas ha recordado que 2 de cada 3 personas en exclusión siguen formándose y participando en todo tipo de programas para encontrar trabajo y escapar de su situación, "desmontamos así la falsedad de que las ayudas desincentivan a las personas", dice Grande.

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