Ya desde los preparativos de la foto queda claro el motivo de los presentes. "Muévete que tapas el azul de la 'senyera' y no queremos que se confunda", avisan desde prensa de Lo Rat Penat a su presidente, que posa junto a los del Casino de Agricultura, la RACV y el Ateneo Mercantil y el portavoz para la ocasión, el jurista Luis Miguel Romero Villafranca.

Ese azul vertical sobre las barras amarillas y rojas es el símbolo de la batalla de València de finales de los 70 e inicios de los 80, un episodio sobre el que el llamado 'blaverismo' quiere reactivarse, resucitar el debate identitario y al enemigo del "catalanismo expansionista". Lo hace a lomos de palabras como "contumaz ataque", "pancatalanismo recalcitrante o "silencio ominoso de las instituciones" que sirven, dicen, para explicar la situación que viven las señas de identidad valencianas. 

Las cuatro instituciones ligadas a este ámbito se unen en un manifiesto que busca permear en una sociedad civil valenciana que definen de "atacada" y sobre la que señalan el "derecho a defenderse y exigir respeto". Por la mañana se presenta en petit comité ante la prensa y por la tarde, más de 600 personas llenan el salón de actos del Ateneo de València e incluso se queda gente fuera del recinto, a las puertas, con senyeras colgadas a los hombros. "Es un éxito de convocatoria, pero no puede entrar nadie más", señala a gritos en la entrada el vicedecano de la Real Academia de Cultura Valenciana.

Varias personas se quedan a las puertas del Ateneo. Fernando Bustamante

Por la mañana, Romero Villafranca habla de un texto "independiente de cualquier adscripción política concreta", aunque en el punto de mira se pone al actual Consell de PSPV, Compromís y Unides Podem y al ayuntamiento por ese silencio, "dejadez", "inoperancia" o por, incluso, "apoyar a los que hacen la ofensiva a partir de subvenciones". Destaca asimismo que el detonante para el documento es la aceptación de la Mesa del Senado del término Països Catalans para referirse al territorio valenciano.

Por la tarde, ante los discursos de los máximos representantes de las cuatro entidades, hay figuras destacadas de PP y Vox, desde la síndica popular, María José Català, hasta el último candidato a la presidencia de la Generalitat del partido de extrema derecha, José María Llanos, pasando por la presencia del exjefe del Consell, Francisco Camps, que aplauden desde sus asientos y se adhieren al movimiento. Un ejemplo de la pelea entre las dos formaciones que puede haber por absorber al votante de ese espacio.

Frente a ellos, el enemigo que señalan los discursos, como el del presidente de Lo Rat Penat, Enric Esteve, es la "propaganda insidiosa" del vecino del norte, las "subvenciones a entidades satélites catalanistas" o la "inestimable colaboración del Consell del Botànic" para lograr esa supuesta amenaza de anexión mientras desde la RACV, su decano, Josep Lluís Manglano, defiende el uso de la denominación "Reino de Valencia", "la histórica" porque, según defiende, "somos reino mucho antes que Asturias fuera principado".