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Análisis

El 13F diluye el debate de la financiación

El asunto central de la agenda valenciana ha quedado en segundo plano en la campaña

Fernández Mañueco, Feijóo, Puig y García-Page, en un acto en Galicia el pasado verano. | LEVANTE-EMV

Parecía que iba a marcar agenda y no. El debate de la financiación autonómica ha perdido fuelle durante la campaña de las elecciones de Castilla y León, que se celebran hoy. Un repaso a la hemeroteca revela que no ha sido tema de titulares en los últimos quince días, lo que quiere decir que, como mucho, ha ocupado un papel secundario en los mensajes de los candidatos. El último debate de los candidatos, celebrado el miércoles por la noche, también fue reflejo de este olvido: la reforma del sistema de reparto de fondos a las autonomías pasó desapercibida.

A pesar de que la campaña vino precedida de la presentación de las alegaciones de las distintas comunidades al ‘esqueleto’ del Ministerio de Hacienda para un nuevo modelo, los mensajes electorales se han alejado de esta cuestión.

En cierta manera, la situación es lógica. ¿Para qué agitar un debate innecesario desde el punto de vista de Castilla y León? Este es un territorio que sale beneficiado si no se toca el actual modelo, que contempla fondos extraordinarios para atender la despoblación y la dispersión y que, desde la mirada valenciana, son los distorsionan la distribución final.

Incluso, ha emergido durante la última semana en la agenda pública la reforma fiscal, un debate que tiene puntos de conexión con la financiación autonómica, pero que es más amplio. Unidas Podemos, que lo ha puesto sobre la mesa, considera que la ampliación de la caja del Estado es necesaria para ensanchar las cantidades a repartir entre las autonomías para el mantenimiento de los servicios públicos. La parte socialista en el Gobierno de España ha puesto distancia de cualquier subida de impuestos en campaña electoral.

Al final, esta ha hecho realidad los temores que presagiaban que las elecciones del 13F apartarían la financiación autonómica de la agenda política estatal. Este escenario perjudica a las comunidades infrafinanciadas e interesadas en una reforma urgente, como la valenciana. Y da argumentos a quienes en la Moncloa defienden que en un horizonte cargado de convocatorias electorales la cuestión de la financiación solo comporta problemas, dadas las diferencias entre territorios y partidos políticos.

El PP de Alfonso Fernández Mañueco ha llevado el tema en su programa electoral, pero con poca fe, como se ha visto luego en la actividad pública. Su posición es la que defendió el líder del PP, Pablo Casado, al inicio de la campaña: un sistema que contemple dinero extra para la dispersión y la despoblación. Casado dijo que será la posición del partido en toda España, si bien no es la del documento que ha presentado la Comunitat Valenciana a partir de los expertos con apoyo también del PP valenciano y de su líder, Carlos Mazón. Tras esa aparición fugaz en escena, el asunto ha quedado en la trastienda de la campaña. Posiblemente porque incomoda a casi todos y es foco de contradicciones en un lugar y otroo de España.

Después de Castilla y León

Después de Castilla y León ha de venir Andalucía. Lo lógico, aunque también gobierna el PP, es que el panorama para la financiación autonómica sea otro. Se trata de otra de las comunidades maltratadas en el reparto de los recursos del Estado y cuenta además con una alianza con el Gobierno valenciano sobre este asunto (a pesar de la distancia ideológica entre uno y otro). Por tanto, la defensa de un sistema más justo y que contemple mejor la población de cada territorio debería ser uno de los temas centrales de la campaña. Es previsible que, en situación de necesidad, la cuestión obligue más a los partidos estatales . Habrá que ver si Casado mantiene en Sevilla el mismo discurso que en Valladolid. Y habrá que ver si Sánchez se compromete con firmeza con un nuevo modelo en esta legislatura a partir del criterio de la población ajustada, lo que ha evitado en esta campaña castellanoleonesa.

Pero, de momento, las primeras elecciones de un ciclo que debe acabar con las generales de finales de 2023 han ido acompañadas de un mal síntoma para la reforma de la financiación.

En ese mismo contexto, no se convoca el consejo de política fiscal y financiera y la próxima conferencia de presidentes autonómicos no tiene en el orden de día la financiación. Pese a ello, la Comunitat Valenciana (el president) deberá esforzarse, y trabajar con otros gobiernos, para que el debate vuelva a girar en la conferencia en torno a este asunto. Hay que seguir picando piedra.

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