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"La prostitución no es un problema de orden público sino de desigualdad"

Carmen Calvo y Gabriela Bravo defienden cambios legales y de mentalidad para caminar hacia el abolicionismo

Carmen Calvo, Rosa Peris y Gabriela Bravo, ayer, en el acto.

La exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo y la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, participaron este miércoles en el espacio de reflexión Maria Cambrils en el que reinvidicaron una reforma legislativa para caminar hacia la abolición de la prostitución, pero también un cambio de mentalidad necesario.

Durante el encuentro, moderado por la diputada Rosa Peris y presentado por la nueva vicesecretaria de Igualdad del PSPV, Ana Domínguez, la titular de Justicia se refirió a la nueva ordenanza aprobada por el Ayuntamiento de Alicante con los votos del PP, Ciudadanos y la ultraderecha de Vox que incluye multas a las mujeres prostituidas y ha defendido que la prostitución "no es una cuestión de orden público, sino de desigualdad".

En este sentido, Bravo indicó que desde el Gobierno valenciano se está animando a los ayuntamientos a que aprueben ordenanzas en el sentido contrario para proteger a las víctimas y sancionar al prostituidor.

Tanto Bravo como Calvo rebatieron la idea de que existe libertad en la prostitución y coincidieron en que, sobre todo, es un "atentado a los derechos humanos".

"El feminismo solo puede ser abolicionista, no hay discusión"

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Calvo sostuvo que, además, detrás de la prostitución hay "crimen organizado" y "negocio" y urge sus raíces en un modelo patriarcal ancestral que se resiste a desaparecer. "El feminismo solo puede ser abolicionista, no hay discusión", afirmó la exvicepresidenta del Gobierno, que lamentó que en un momento en el que "más hemos avanzado en igualdad asistimos a la quinta vuelta de tirabuzón del patriarcado para que parezca nuevo algo que es viejo". Así, se refirió a que vuelve el debate sobre "qué somos las mujeres".

Calvo aludió al debate sobre la identidad de las mujeres (no ha mencionado expresamente la controvertida ley trans) y ha cargado contra la mercantilización del cuerpo de las mujeres, tanto respecto a la prostitución, como a los vientres de alquiler.

En este sentido, animó al ocho de marzo, día internacional de la mujer, a salir a la calle para reivindicar la agenda de los derechos de las mujeres: "Hay que salir a recordar que la igualdad no está ni conseguida ni superada, está amenazada y nos quieren devolver a la casilla de salida", ha advertido.

Bravo insiste en que hablar de prostitución es hablar de derechos humanos

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Bravo insistió en la idea de que hablar de prostitución es hablar de derechos humanos, aunque el problema es que durante mucho tiempo, las mujeres han sido víctimas invisibles. La consellera indicó que la prostitución enraiza con estructuras patriarcales desiguales y que en la prostitución existe violencia sexual. Abogó por cambios en el Código Penal, pero también campañas para cambiar las mentalidades ya que, según los estudios realizado en el marco del foro contra la prostitución, aunque la mayoría rechaza la trata con fines de explotación sexual, tolera la prostitución.

Durante la presentación, Domínguez se preguntó cómo es posible que en una sociedad supuestamente igualitaria se legitime la explotación sexual: "Se nos llena la boca con la igualdad, pero el neoliberalismo separa a la mujer de su cuerpo, en cuerpos disponibles 24 horas", dijo.

Peris defendió la "cruzada" de Bravo para avanzar en el camino de una sociedad libre de prostitución y aseguró que "la confianza y la esperanza del feminismo en el Gobierno está en la cosellera".

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