Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

El PPCV, obligado a reorientar alianzas

Mazón, protegido de Casado y Egea, hoy en la cuerda floja, ha priorizado la relación con Génova y las agrupaciones locales a los vínculos con los ‘barones’. Evita cuestionar al líder, pero más comedido ayer pidió «diálogo y generosidad»

Carlos Mazón, ayer en Alicante, donde fue reconocido como «andaluz del año». | LEVANTE-EMV

¿Y ahora, qué? La pregunta la dejaba en el aire ayer un notable del PP valenciano. La reflexión surgía después de la manifestación de miles de simpatizantes de la derecha en la calle Génova de Madrid, a las puertas de la sede del partido. Esa que la actual dirección nacional quiere abandonar. Si le queda tiempo. Porque la protesta complica aún más la situación a Pablo Casado y Teodoro García Egea. Lo que empezó con la convocatoria de elecciones anticipadas en Castilla y León puede acabar en un congreso extraordinario y con una limpieza general en la cúpula del partido.

Volviendo a la Comunitat Valenciana, la inquietud no es solo ya por la guerra interna, sino por la tendencia que esta ha adoptado con el paso de los días, desfavorable a aquellos que han tenido hilo directo con la dirección valenciana. Casado y García Egea están en la cuerda floja. Casado y, sobre todo, García Egea, han sido los impulsores y protectores del mandato de Carlos Mazón en el PP valenciano. Si acaban despedidos, Mazón y los suyos quedarán en la zona de los perdedores. A partir de ahí, lo que pueda pasar es una incógnita.

Lo que parece claro, no obstante, es que la situación obliga como poco a la dirección valenciana a modificar estrategias. Mazón no ha trabajado especialmente las alianzas con otros líderes territoriales. Primero, porque no estaba en ese estatus, el de los Núñez Feijóo, Moreno Bonilla o incluso Fernández Mañueco, que llevan años en el tajo y se han ganado un peso específico interno, sobre todo el gallego. Segundo, porque sentía el cuidado de la dirección nacional, y hubiera sido una suerte de pequeña traición, cuando algunos de los poderosos barones han guardado una prudente distancia. Y tercero, porque (con lógica para quien era nuevo) ha dedicado mucho tiempo y esfuerzos a visitar y darse a conocer en las agrupaciones de la Comunitat Valenciana y entre los principales agentes sociales y ciudadanos.

Con todo, el equipo de Mazón tiene un elemento a su favor, como admiten incluso quienes no lo apoyaron para llegar al poder popular valenciano. Es la inexistencia de cualquier oposición interna mínimamente articulada. «Sin Mazón, no hay partido en este momento», señala un dirigente a este diario, que añade que el talante abierto del presidente de la Diputación de Alicante, y la evidencia del apoyo directo de Génova con que contaba, han desactivado cualquier movimiento.

Solo surge un nombre que pudiera suponer un quebradero de cabeza si mueve ficha: Francisco Camps. Ha estado en los márgenes de la política y del partido en los últimos años pero mantiene tirón en la militancia. Y pone nerviosos a los que hoy ostentan el poder. No ha dicho nada por boca propia, pero ayer apareció uno de los suyos, José Vicente Anaya, el alcalde que disputó el trono provincial de València, para jalear «el imparable clamor de las bases», exigir el cese «inmediato del arquitecto de esta patraña» y un congreso extraordinario. Puede ser el primer movimiento de Camps en la sombra. En su entorno, aseguran que no va a quedar estático. Si pasa a la acción inquietará a Mazón y, sobre todo, a María José Catalá, que no están en la mejor posición.

Belén Hoyo, en el comité de hoy

Por ahora, Mazón intenta evitar problemas después de su mensaje el jueves de apoyo explícito a Casado (lo mismo, algo más comedido hizo después Catalá). Ayer, en Alicante, dijo: «Es el momento de que todos pongan lo mejor de sí mismos, con generosidad y diálogo, para resolver esta situación lo antes posible, y que nadie se despiste de la principal faena; la mía es la C. Valenciana». Fue en un acto en el que lo reconocían como «andaluz del año» en Alicante. Fue comedido, pero no negó su apoyo a la cúpula, como otros ya empiezan a hacer.

Ante el incendio popular, Casado ha convocado hoy en Génova al comité de dirección del PP, formado por dirigentes de su confianza, para tratar la situación. La única valenciana es Belén Hoyo, como responsable del comité electoral.

Compartir el artículo

stats