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Diversidad Funcional

"Quieren dejar morir el único servicio público especializado en rehabilitar personas sordas"

Las trabajadoras del área técnica del Instituto Valenciano de Audiofonologia (IVAF) critican que este año Diputación va a amortizar 6 de los 9 puestos de trabajo por jubilaciones - Bienestar Social rechaza que sean sus competencias y estudia un convenio o traspaso del servicio a conselleria de Sanidad

Dos trabajadores del Instituto Valenciano de Audiofonología, que rehabilita a niños y adultos sordos

Las trabajadoras de la unidad técnica del Instituto Valenciano de Audiofonología (IVAF) se dedican a rehabilitar y enseñar a niños sordos (y también adultos) recién operados tras un implante coclear. "Mucha gente no sabe que lo que escuchas con ese implante no tiene nada que ver con la realidad, son sonidos distintos, entonces tenemos que enseñarles a interpretarlos", dice Remedios Escrig, logopeda. De alguna manera, les enseñan de nuevo a escuchar. Es un centro con casi 80 años de historia, pero ahora sus trabajadoras temen que Diputación vaya a dejarlo morir. De los nueve empleados que hay, seis se jubilan este año y se van a amortizar todas las plazas. Se quedan con tres. "Quieren dejar morir el único servicio público especializado en rehabilitar personas sordas", critica Escrig.

La realidad es que la unidad técnica del IVAF está en una situación bastante compleja. Pertenecen al área de Bienestar Social de la Diputación, que dice que esas competencias no son suyas sino de Sanidad. Conselleria, por su parte, ya da servicio a las personas sordas, pero está externalizado a clínicas privadas y en centros de atención temprana (CATS) también privados y relacionados con la Iglesia. "Hay dos unidades en todos los hospitales públicos, y la lista de espera es de 6 a 8 meses, cuando lo ideal es trabajar con la persona nada más poner el implante", cuenta Escrig. Vicente Escamilla, también logopeda, añade que "los centros no están especializados como nosotros, son centros para menores de todo tipo".

Así que se encuentran en tierra de nadie, pese a que atienden unas 150 personas cada año. Pilar Sarrión, diputada responsable de Bienestar social, afirma que no peligra ningún puesto de trabajo. Los logopedas lo saben, de hecho Escamilla se jubila en un mes, pero su protesta tiene que ver con que no se externalice un servicio público especializado y con décadas como referentes en el tema. "Nosotros creemos en lo público y nos gustaría contratar gente joven, enseñarles lo que sabemos y que el centro siga funcionando y ayudando a personas sordas, porque es una pena que se deje morir a esta unidad", dice Escrig.

Sarrión cuenta que ya están en conversaciones con Sanidad para darle solución al asunto. Hay dos vías, o la cesión de las competencias a Sanidad, o un convenio con Diputación para prestar el servicio. Esto es lo que ocurre también con otras unidades del IVAF, como el gabinete psicopedagógico que trabaja integrando a los niños sordos en el colegio Luis Fortich, o la unidad itinerante que viaja por centros escolares para ayudar a otros menores. Ambos tienen un convenio con Educación.

Los trabajadores del IVAF, junto a padres y usuarios han convocado una concentración en la plaza de Manises (València) el martes 22 de febrero

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Centro preautonómico

"A nosotros nos preocupa el hecho de que se estén recuperando hospitales externalizados como el de La Ribera pero luego otros servicios públicos como el nuestro se quieran externalizar", denuncia Escamilla. En la práctica -critican Escrig y Escamilla-, salvo los logopedas de un par de hospitales públicos que atienden todo tipo de problemáticas y no están especializados, ahora mismo Sanidad deriva los implantes cocleares a centros privados. Piden que el servicio, independientemente de que esté gestionado por Diputación o por Sanidad, siga siendo público.

"Nos gustaría contratar gente joven, enseñarles lo que sabemos y que el centro siga funcionando y ayudando a personas sordas, porque es una pena que se deje morir a esta unidad", dice Escrig

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Sarrión, por su parte, explica las dificultades que tienen para gestionar un centro así en Diputación. "Es como el hospital de Bétera, que también acabará pasando a Sanidad porque es lo más lógico. Todavía existen muchas propiedades de la administración preautonómica, cuando no estaban transferidas las competencias, que las tiene Diputación", comenta. "En el caso del IVAF no tenemos acceso a los historiales médicos de los pacientes al estar separado de Sanidad, y tampoco tenemos idea de quien deriva aquí a las personas, porque no están dentro de la red sanitaria, no sabemos si es por el boca a boca. Pensamos que hay que regularizar todo y llegar a un acuerdo con con Sanidad", explica Sarrión.

Los trabajadores de la unidad técnica del IVAF, acompañados de padres y usuarios han convocado una concentración en la plaza de Manises (València) el próximo martes 22 de febrero a las 12 para denunciar esta situación.

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