Si hay quien habla por no callar, en los últimos días en el PPCV hay quien desliza el dedo para no marcarse. Las redes sociales, y más en concreto Twitter, es el museo de los posicionamientos en la batalla interna que desangra al partido. Quién pone qué o replica los mensajes de quién adquiere una importante trascendencia, dejándose ver en uno u otro bando, aunque en las últimas horas, muchos perfiles parecen haber sido congelados.

La veda la abrieron los más cercanos a Pablo Casado, especialmente aquellos diputados por circunscripciones valencianas en el Congreso. Tras los primeros momentos de tensión, parlamentarios como Belén Hoyo (que forma parte de la dirección nacional), Vicente Betoret o Luis Santamaría escribieron un tuit personalizado mostrando su apoyo al líder del PP. Lo hicieron seis de los ocho representantes del PPCV en la cámara baja. También lo hicieron tres de los siete senadores (aunque dos no tienen redes sociales).

Betoret, incluso, se mostró muy crítico con Ayuso. "No se puede permitir que un afiliado acuse a su presidente y a su partido de un hecho infundado basado en meras sospechas. Cualquier éxito alcanzado se queda en nada con conductas tan desleales", escribió tras las acusaciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid en su comparecencia acusando a la dirección nacional del espionaje contra ella y su círculo.

Se le unió, minutos después, el presidente del partido en la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón. Su ascenso al liderazgo autonómico del partido no se entiende sin su proximidad con Teodoro García Egea y Pablo Casado. Su "el presidente Casado es una persona íntegra" y sus declaraciones 24 horas después defendiendo al líder nacional para solucionar la crisis fue replicado por la mayor parte de los representantes parlamentarios del PPCV. Los más de 1.000 comentarios, la mayoría de ellos en contra de su posición, muestran, no obstante, la división entre la dirección y las bases, más cercanas a Ayuso.

Más de 72 horas después, el tiempo en las redes sociales, donde la actualidad se devora al segundo, parece detenido. Hay silencio, expectación. Hay quien prefiere deslizar la pantalla y no decir nada, esperar. Cualquier gesto puede ser interpretado y el hemiciclo autonómico está más lejos de Génova que el Congreso. Así, de los 18 diputados que conforman el Grupo Popular en las Corts, 14 han limitado sus comentarios en Twitter respecto a una polémica que ha sacudido la política española a 'retuitear' (replicar) el mensaje de Mazón y el lanzado por la cuenta oficial del partido en la Comunitat Valenciana. Si bien es cierto, uno de ellos (José Antonio Rovira) no tiene redes sociales y Manuel Pérez Fenoll no tiene cuenta.

Solo Maria José Catalá, síndica y secretaria general de la formación en la Comunitat Valenciana, ha escrito un mensaje propio posicionándose con Casado. Un día después mostraba una imagen reuniéndose con Almeida quien durante horas estuvo en el foco de la polémica. Todo lo contrario que la diputada Elisa Díaz, quien ni siquiera ha replicado a Mazón, y le ha dado a "me gusta" a un tuit de la alcaldesa de Pedralba en el que daba su apoyo a Ayuso.

Entre los silencios que más sonaban durante el fin de semana estaba el de la expresidenta del partido, Isabel Bonig. La que fuera líder de la formación fue invitada a irse por la actual dirección nacional. Cuando estalló la crisis, aguantó. Deslizó el dedo por la pantalla. Hasta este lunes. En plena reunión de la dirección del PP, Bonig rompe su silencio. Lo hace con las mismas palabras con las que Catalá le enseñó la puerta de salida, una petición de "generosidad", que no quiere decir otra cosa que es hora de recoger las cosas y marcharse.

También sorprende que el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, solo haya puesto un tuit durante toda la polémica, pese a que ha sido, a través del alcalde de Ayora, Vicente Anaya, la única oposición interna a la subida al poder de Mazón en la Comunitat Valenciana. Su mensaje, no obstante, fue una crítica contra la presencia del juez Joaquim Bosch en un programa de televisión.

Y en el ruido de las redes, quienes tampoco se posicionan son las Nuevas Generaciones de la Comunitat Valenciana. No han puesto tuits propios sobre el cisma interno, no han mostrado su apoyo explícito a Casado y apenas se dedican a hacer 'retuits' de noticias lanzadas en la página del partido sobre la actividad parlamentaria o las palabras de Mazón. Todo con tal de que en unas horas no haya que revisar el perfil y borrar lo ya escrito.