La Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica ha ampliado hasta finales de mayo el período hábil de caza para especies como jabalí, cabra, ciervo, corzo, gamo y muflón. El objetivo, según la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, «es cubrir la estación primaveral, la más vulnerable para los cultivos». Como se recordará, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) cifraba recientemente en 35 millones las pérdidas ocasionadas por la fauna silvestre a los cultivos. Salvo esta excepción, la temporada general acaba hoy «con la recuperación en gran medida de la normalidad prepandemia».
En lo referente al jabalí, desde el ente federativo, se incide en que se ha observado un aumento en el número de capturas, destacando que en zonas comunes de caza donde no se gestiona la especie «se han visto incrementadas las solicitudes por daños». Raúl Esteban, presidente del colectivo de cazadores, remarca que la labor que estos desempeñan «continúa siendo la herramienta de control poblacional más eficaz». Remarca también que la sobrepoblación «además de alterar el ecosistema, provoca importantes perjuicios a la agricultura y accidentes de tráfico pero también a la ganadería, a las infraestructuras, así como a la flora y fauna protegida».
En ese punto, recuerda que la reciente Orden 22/2021 del gobierno valenciano permite la utilización de nuevas herramientas para la caza como la tecnología, con cámaras de fototrampeo o miras de visión nocturna y que declara una nueva zonificación del territorio valenciano creando las denominadas «zonas de sobreabundancia». «Esto supone un aumento de la presión cinegética mínima exigida a los cazadores y limita, sin fundamentación técnica alguna, la alimentación suplementaria para la realización de esperas nocturnas en época primaveral y estival, momento en el que se realiza el mayor número de esperas nocturnas», apunta.
Control del conejo
En cuanto a la caza menor, continúa la labor de control del conejo y la gestión de la especie reina, la perdiz roja, que se está realizando en los cotos valencianos por los clubes de cazadores.
La mayor variabilidad en las capturas se ha dado por la inestabilidad climatológica, según comentan los cazadores. Esta situación ha afectado principalmente al tordo, la torcaz y la caza de acuáticas. «Se ha detectado un número abundante de ejemplares, pero no se ha visto reflejado en las capturas», señalan. En concreto en el Parc Natural de l’Albufera la falta de agua y el retraso en las labores de recolección del arroz provocaron un retraso en la apertura de la temporada, incide Esteban, quien no oculta su preocupación por el futuro Plan Rector de Usos y Gestión, que saldrá a exposición pública en los próximos meses y que podría afectar a la caza.