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“La ciencia no es una burbuja, el acoso existe como en la sociedad”

La estructura jerárquica de la universidad y los centros de investigación dificulta a las mujeres denunciar los abusos, explica la periodista Ángela Bernardo

Ángela Bernardo, esta mañana, en el Campus de Burjassot de la UV.

“Las universidades y los centros de investigación son sistemas muy verticales, muy jerárquicos, en los que es muy difícil denunciar, tanto para las víctimas como por potenciales testigos, por temor a represalias y amenazas”.

Así define la periodista Ángela Bernardo cómo se enfrenta el acoso sexual y por sexo en los ámbitos universitario y científico, de los que ha realizado una amplia radiografía en su libro “Acoso. #MeToo en la ciencia española” (Next Door Publishers, 2021).

“Sabíamos que había un goteo de casos y queríamos hacer una radiografía completa: qué impacto tiene sobre las víctimas, quienes acosan y qué medidas se pueden poner en marcha para prevenir y actuar”, explica Bernardo a Levante-EMV, antes de impartir una conferencia en la facultad de Física de la Universitat de València, dentro de las actividades de cara al 8M que han organizado las Comisiones de Igualdad del Campus de Burjassot-Paterna y la Unitat d'Igualtat de la UV.

Bernardo diferencia entre acoso sexual y por razón de sexo y explica que “la ciencia no es una burbuja, y la universidad y los centros de investigación también tienen los problemas que hay en la sociedad, como el el acoso”.

Así, las mujeres sufren desde tocamientos no deseados, mensajes, gestos obscenos, chantajes o presiones para mantener relaciones (acoso sexual); hasta comportamientos que humillan u hostigan a las mujeres, con comentarios, por ejemplo, relacionados con la maternidad o los cuidados (discriminación por sexo), lo que denuncia el movimiento "#Metoo universitario", como ha publicado este periódico.

Además de la jerarquía y la estructura vertical de estos ámbitos, la precariedad tampoco ayuda, y Ángela Bernardo apunta que el hecho de que los puestos de poder sean ocupados mayoritariamente por hombres “ha hecho que se reste importancia a las situaciones de acoso y se haya frenado su persecución”.

Precariedad y ámbito masculinizado

En el ámbito de la ciencia, tradicionalmente masculinizado, la periodista de Civio denuncia que aún persiste “mucha discriminación”, lo que percibe como “caldo de cultivo para el acoso y u otras situaciones de violencia sexual”. “Si no se valora a todas las personas de forma igualitaria, lo posterior es humillar”, avisa.

La periodista Ángela Bernardo. Germán Caballero

Por esto, apuesta por planes y protocolos de igualdad -que la ley prevé en todos los organismos públicos- sean “más efectivos” y con procesos garantistas. “La mayor parte de las universidades sí tienen, pero no los organismos públicos de investigación. Además, donde los hay, sigue habiendo problemas, sobre todo por confidencialidad, para garantizar la protección de la víctima o la presunción de inocencia”, apunta Bernardo.

Asimismo, avisa de que, a veces, las actuaciones solo se enmarcan en el ámbito laboral, por lo que recuerda que hay que proteger también a las alumnas.

La solución pasa, según apunta, porque las víctimas tengan a mano “unidades de igualdad, espacios seguros para contar lo que les ocurre, donde puedan ayudarlas no solo en la denuncia, sino también para minimizar le impacto del acoso en sus vidas, a nivel personal y profesional”, afirma.

Promover “más diversidad e igualdad” también es la clave, concluye Ángela Bernardo, biotecnóloga de formación y que ha recibido varios premios periodísticos en los últimos años, como el premio «Profesor Juan Ramón Zaragoza» o el V Premio Concha García Campoy de Periodismo Científico. No obstante, lamenta que hoy en día aún es “difícil” reconocer el acoso por razón de sexo.

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