Se abre la puerta a la regularización de más de 10.000 ucranianos sin documentación que viven en la C. Valenciana. La UE acordó este jueves por la mañana activar la directiva de protección temporal, que garantiza la acogida automática de quienes huyen de una guerra. Por la tarde, el colegio de abogados de València (ICAV) trasladaba las instrucciones para hacerla efectiva. Los ucranianos que residan en la C.Valenciana, además de aquellos que lleguen escapando del conflicto podrán acceder a un permiso de residencia y trabajo de un año, ampliable a tres. También a acceso a educación, atención médica y ayudas sociales.

Según reza la circular del ICAV, todos los interesados deberán mandar un correo a valencia.proteccioninternacional1@policia.es con el asunto "ASILO UCRANIA URGENTE". En el correo deberán dejar el nombre y los apellidos y el domicilio en València. Además deberán adjuntar una copia completa del pasaporte. Esta documentación se tramitará por la Oficina de Asilo y Refugio de Madrid.

La directiva y las instrucciones dictadas por extranjería implican que los expedientes de los ucranianos tengan preferencia a la hora de gestionarse por su situación excepcional. Además, se flexibilizan todos los requisitos que sí que hay normalmente a la hora de pedir asilo, como por ejemplo las entrevistas o aportar documentación del país de origen.

Pero esta directiva no solo supone una acogida para las personas que lleguen huyendo de la guerra, sino también una vía para la regularización de muchos ciudadanos ucranianos que ya se encuentran en territorio valenciano pero que no tenían sus papeles en regla o se les había denegado el asilo. Con el conflicto podrán acogerse a esta directiva europea.

Una de ellas es Natalia, una ucraniana que llegó hace 16 años a la C.Valenciana. Se casó con un empresario español pero acabo por divorciarse por ser víctima de violencia de género. Al separarse acabó por perder su tarjeta comunitaria y su estatus legal en España. Hasta que en 2015 reclamó de nuevo el asilo por los combates en la región de Doneskt (de donde es ella), pero se lo denegaron.

Su hijo, que vino a España para reunirse con ella, tampoco pudo acceder a los papeles y acabó trabajando en la construcción de manera irregular "arreglaba pisos por toda València pero no le pagaban casi nada, así que después de años se tuvo que volver a Kiev", lamenta Natalia. En su país, en cambio, fue capaz de montar una empresa que ahora peligra por la guerra.

Esta ucraniana comenzó de nuevo su petición de asilo por circunstancias excepcionales debido al conflicto y tras enterarse de los planes de la UE de aprobar esta directiva. Ahora mismo se encuentra en trámites apoyada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Jaume Durá, coordinador de CEAR, explicó que "todas las personas ucranianas que estén en València tienen derecho a acogerse a la directiva, aunque se les haya denegado el asilo".

Aunque todavía quedan flecos por resolver. Por ejemplo, los ucranianos en proceso de pedir asilo pero que todavía no se les ha concedido. Como explica Paco Solans, portavoz de la asociación de Abogados Extranjeristas, "el Gobierno ha explicado que estos expedientes serán prioritarios a la hora de concederles una protección subsidiaria y que puedan tener permisos de residencia y trabajo", pese a todo el extranjerista tiene dudas de si que el Ejecutivo vaya a actuar con rapidez en estos casos, sobre todo con una Oficina de Asilo y Refugio que sufre un importante atasco desde el año 2018.

En esta línea el abogado extranjerista Fran Raga añade que "hay que ver otras muchas cosas y que no acaben atascados en el sistema de acogida como otros tantos. Por ejemplo, las citas para el padrón son complicadísimas de conseguir, si deciden hacer entrevistas y dan cita para varios meses... Puede provocar que se tiren hasta seis meses sin la documentación en regla".

"Decisión histórica"

Esta directiva de protección temporal se creó hace 20 años por la Guerra de los Balcanes. Pero en más de dos décadas la UE nunca la había activado. No en vano, la comisaria europea del Interior, Ylva Johanson, celebró el acuerdo como una "decisión histórica".

Pese a ello, entre los extranjeristas queda todavía cierto gusto desagradable. Según Solans, en el año 2015, "con la crisis de los refugiados que venían de Siria reclamamos por activa y por pasiva que la UE activara esta directiva pero no lo hicieron. Prefirieron sobornar a países como Turquía para parar a los refugiados", denuncia. Raga, por su parte, critica que solo se aplique y se facilite la documentación a los ciudadanos ucranianos, y se deje de lado a otras personas de distintas procedencias dentro del sistema. "Se ha planteado por algunos colectivos que se haga una regularización como la que se llevó a cabo en la época de Zapatero. Si tienes a una persona, sin antecedentes de ningún tipo, y le ofrecen un contrato no tiene ningún sentido negarle la oportunidad de trabajar. Es improductivo e inhumano que se tenga que quedar tres años en situación irregular para acceder a derechos", lamenta.