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Diez mujeres que extinguen fuegos y estereotipos

El Consorcio de Bomberos prepara un plan para garantizar la igualdad efectiva

Aranxa Martínez, bombera del CPBV. Levante-EMV

«Para los niños y niñas, igual que para todo el mundo sigue siendo raro ver a una bombera, cuando lo dices la gente se sorprende». Son palabras de Aranxa Martínez, una de las diez bomberas del Consorcio Provincial de Bomberos de València (CPBV). Noelia Flores, por su parte, es conductora de una brigada forestal, la de Alborache. Una unidad que, desde el pasado enero, está integrada en el Consorcio. Son ya 17 años los que ha dedicado a esta profesión. A ambas las mueve la posibilidad de ayudar a personas cada día.

Aunque la situación ha mejorado con los años en materia de igualdad, todavía queda mucho trabajo por hacer. En el CPBV hasta hace dos años solo trabajaban tres bomberas, cifra que ahora llega hasta las diez, junto con las más de cincuenta administrativas, brigadistas y técnicas.  Además, las dos profesionales han puesto de manifiesto la falta de mujeres en los puestos de mayor responsabilidad.

«A nivel emocional, tienes que estar muy preparada. No es un trabajo de hombres, pero sí que es un sector mayoritariamente compuesto por ellos. A veces cuesta un poco poner tus límites», subraya Noelia.

En su unidad es la única mujer y reconoce estar «contentísima» con lo que vive con sus compañeros. «Nunca me pusieron impedimentos para aprender nada, ni para realizar ninguna labor», afirma. No obstante, a veces tiene que «educar» sobre ciertos temas, para que se hable de ellos «sin tapujos ni tabúes», por ejemplo, de la menstruación. Aranxa también se reconoce con «suerte». En los dos años que lleva ejerciendo se ha sentido «como una más».

Cuando Noelia llegó a las brigadas no tenía ningún referente femenino. «Hace 17 años había todavía menos mujeres. Éramos muy pocas y todas nos conocíamos con nombre, apellidos y la unidad en la que estábamos», admite. 

Aranxa tampoco contaba con esas referentes cuando preparó las oposiciones. Por eso, la educación, la visibilización y la normalización por parte de la sociedad son imprescindibles. Empezando por los más pequeños. De hecho, ambas han visitadocentros educativos. «Es importante que los niños y niñas aprendan que no hay profesiones de hombres y de mujeres, que cada persona decide lo que quiere ser», defiende.

Plan de igualdad

Con todo, ambas profesionales consideran necesario el Plan de Igualdad que ha anunciado el CPBV. En este sentido, Noelia señala la importancia de que las mujeres tengan recursos para poder identificar y poder contar cualquier circunstancia, por pequeña que sea. Como ejemplo, la brigadista cita recibir un piropo en una actuación.

En su elaboración se tendrá en cuenta el acceso a la ocupación, la clasificación profesional, promoción y formación, retribuciones, ordenación del tiempo de trabajo, corresponsabilidad en los derechos de la vida personal, familiar y laboral, y la prevención del acoso sexual.

«Desde la dirección trabajamos para facilitar la entrada de cada vez más mujeres en condiciones de igualdad, y lo hacemos, por ejemplo, con la adaptación de las infraestructuras», confirma María Josep Amigó, presidenta del Consorcio y vicepresidenta de la Diputació. Entre ellas, acondicionar espacios como lavabos, vestuarios o dormitorios específicos.

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