Cuatro de las doce líneas ferroviarias de media distancia autonómicas o interregionales son ineficientes y de dudosa rentabilidad. Otras ocho sí resultan rentables. Y la gran mayoría se corresponden con trayectos ubicados en el corredor mediterráneo.
Es la radiografía que hizo la empresa público Ineco para el entonces Ministerio de Fomento en 2017 sobre las líneas ferroviarias de media distancia en toda España. El documento Revisión de los servicios ferroviarios de viajeros declarados como obligación de servicio público sirvió para determinar qué líneas de tren se declaraban de obligación de servicio público (OSP) y, por lo tanto, merecedoras de recibir financiación estatal para seguir operando hasta 2028.
La financiación para las actuales líneas de Cercanías y media distancia están garantizadas hasta el 31 de diciembre de 2027, cuando caducan, salvo que se prorroguen por un máximo de cinco años más, las Obligaciones de Servicio Público (OSP) vigentes, aprobadas en Consejo de Ministros en diciembre de 2017.
Dentro de seis años el Ministerio de Fomento deberá volver a analizar el nivel de aprovechamiento (ocupación de los trenes) y los índices de cobertura para determinar la eficiciencia de las líneas.
Cuatro de ellas no pasarían el examen por ineficientes, según los datos que ya recogía el informe de Ineco en 2017. Aunque el departamento dirigido entonces por el ministro Íñigo de la Serna decidió mantenerlas.
Solo una de estas líneas ha sido condenada al ostracismo definitivo desde entonces. La línea Madrid-Cuenca-València recibió la estocada final durante el temporal Filomena y, bajo criterios de eficiencia, la actual ministra de Transportes, Raquel Sánchez, decidió no reabrirla y sustituirla en algunos tramos por autobuses.
La línea València-Xàtiva-Alcoi, con 138.321 viajeros al año, tiene una media de 50 usuarios por circulación
Según el estudio, un total de 99.288 personas usaban este servicio al año, aunque los trenes solo transportaban 44 viajeros por circulación. Explotar esta línea tenía un déficit anual de 5,9 millones, según el estudio de Ineco.
En una situación similar se encuentra la línea València-Xàtiva-Alcoi con 138.321 viajeros al año, a una media de 50 usuarios por circulación, que suponen unos ingresos de 584.545 euros anuales. Mantener esta línea abierta le supone a Renfe un déficit de cobertura de 2,4 millones de euros anuales.
Las otras dos líneas deficitarias valencianas son interregionales: las que conectan València y Zaragoza y de Vinaròs a Ulldecona con índices de cobertura del 19,6 % y 21,3 %, tal como se observa en la tabla que ilustra esta información. Todas son líneas desaprovechadas desde el punto de vista de los viajes en bici más tren.
Respecto a las líneas eficientes, la gran mayoría son las conexiones ubicadas en el corredor mediterráneo: los trayectos de València a Alicante, de València a Barcelona o las conexiones a Murcia y Cartagena.
