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Una treintena de refugiados ucranianos duermen en la central de Policía Local de València

Se adaptó el gimnasio con colchonetas para pasar la noche y otros grupos fueron derivados a hoteles

El gimnasio de la central de Policía Local de València donde pasaron la noche una treintena de refugiados.

El éxodo de millones de ucranianos obligados a abandonar sus hogares por las bombas rusas está desbordando por momentos a los servicios de atención y ayuda a los refugiados en la Comunitat Valenciana. Tanto es así que la noche del lunes al martes una treintena de refugiados, más de la mitad de ellos menores de edad, tuvieron que pasar la noche de forma improvisada en colchones tirados en el suelo del gimnasio de la central de Policía Local de València, situada en la avenida del Cid de la capital del Túria.

Se trata de un hecho puntual y a la mañana siguiente, después de desayunar en la cafetería de las dependencias policiales, estas personas fueron derivadas a alojamientos en otras localidades. Del mismo modo esta pasada noche ha llegado otro grupo de 38 refugiados en tren a la estación del Norte de València. Los servicios municipales del Ayuntamiento de València, en colaboración permanente con la Cruz Roja, los ha alojado en dos hoteles de València y Manises.

La imagen de los refugiados tendidos en el suelo de las instalaciones de la central de Policía Local de València, con toda su vida dentro de cuatro maletas, es una muestra más del alcance humanitario que está provocando la guerra en Ucrania.

Entre los refugiados había seis mujeres, dos hombres y el resto eran niños, las grandes víctimas de esta tragedia. Una niña de doce años, que por su edad es más consciente del dolor que está sufriendo su gente, no paraba de llorar durante toda la noche. A otros pequeños los policías les tuvieron que tranquilizar al escuchar el ruido de los petardos, ya que les recordaba el pánico del ensordecedor sonido de las bombas.

Los pequeños se asustaron al escuchar los petardos y los policías tuvieron que tranquilizarles tras explicarles que no eran bombas

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En la noche de ayer llegó otro grupo de 38 personas ucranianas en tren procedentes de Barcelona. “Llevamos cuatro días de viaje, nos dicen que no hay plazas en Alicante”, explica Roman, un joven de Zaporiyia que ha huido del terror de la guerra junto a su madre Galina, su abuela de 63 años, una hermana de siete años, un amigo de ésta de seis y una tía. El muchacho muestra en el móvil las imágenes que le han llegado de su ciudad destrozada tras los bombardeos de ayer.

Dada la dimensión de refugiados que están llegando a la Comunitat Valenciana, la Generalitat ha elaborado un protocolo de actuación en el que participan de forma directa los servicios sociales de todas las administraciones públicas, tanto autonómica como locales. Aunque personal de Cruz Roja colaboró en la recepción de estos grupos de refugiados, mediante los dispositivos de primera acogida y de orientación a través del sistema de protección estatal de personas refugiadas, estos dos grupos de ucranianos no están acogidos en los recursos con los que cuenta la organización y ha sido el Ayuntamiento de València el que ha gestionado su alojamiento temporal, han aclarado las fuentes consultadas por este periódico.

En el caso de este segundo grupo de refugiados, llegados anoche a la estación de tren de València, su recorrido ha sido desde la localidad ucraniana de Leópolis hasta Polonia, de ahí viajaron en tren a Berlín, posteriormente a París y de ahí al centro de recepción y atención de refugiados de Barcelona. Una vez allí muchos de los que viajaban con ellos se quedaron en la ciudad condal pero otros solicitaron viajar hacia Alicante, donde tienen amistades o creen que pueden empezar una nueva vida. Es el caso de Alexander, quien viaja junto a su madre de 73 años. Su intención es llegar a Torrevieja, donde tiene conocidos. "No entiendo por qué nos tienen en hoteles aquí cuando les sale más caro que enviarnos a Alicante directamente", argumenta. No obstante, dado que la costa alicantina está siendo una de las zonas más solicitadas por los refugiados que llegan a España, está comenzando a haber problemas de plazas en recursos asistenciales de dicha provincia.

El PP critica la descoordinación en la acogida de refugiados

Por su parte, la concejala del PP en el Ayuntamiento de València Marta Torrado ha criticado la "descoordinación" entre el Ayuntamiento y la Generalitat en la acogida de refugiados ucranianos, "que ha llegado al punto de tenerse que habilitar el gimnasio de la central de Policía Local para que cerca de una treintena de refugiados pudieran pasar la noche al no tener alojamiento".

"Es lamentable que se reciba de esta forma a unas personas que llevan semanas sufriendo una situación límite y pedimos explicaciones de lo que ha sucedido, el porqué no se les ha alojado en unas mejores instalaciones y si no estaba prevista la situación", ha manifestado la concejala.

Torrado ha anunciado que va a presentar una serie de preguntas en el Ayuntamiento "para saber qué ha ocurrido, por qué tuvieron que pasar la noche en la comisaría de la Policía Local, cuántos eran, por qué no estaba previsto un dispositivo para reubicarlos, dónde estaban los servicios sociales y si es cierto que tuvieron que dormir con colchones en el suelo".

Según Torrado, "hay que dejarse de titulares en prensa y ponerse a trabajar de verdad en un contexto donde son necesarios unos protocolos de actuación claros y ágiles para que no sucedan situación como estas. Los valencianos no están fallando a los ucranianos y no puede ser las administraciones quienes les fallen".

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