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Guerra en Ucrania

La llegada en tren de 430 refugiados en tres días tensiona el sistema de acogida

El Ayuntamiento de València ha acogido a más de 800 personas y ya estudia abrir nuevos espacios ante el aumento de las llegadas de los últimos días

Refugiados ucranianos en el comedor social de Sagunto. Guerra de Ucrania.

Lo que era un goteo de refugiados en el Centro de Atención al Inmigrante (CAI) de València, está empezando a convertirse en un flujo importante de personas que llegan en tren casi cada noche. En los últimos tres días casi 450 ucranianos han llegado por esta vía a la Comunitat Valenciana a estaciones como la de Joaquín Sorolla de València.

La enorme mayoría llegan desde Francia pasando por Barcelona gracias a los billetes gratis que Adif ofrece a desplazados por la guerra. Los cuatro trenes que han llegado en tan poco tiempo han puesto en alerta al ayuntamiento, que ya busca nuevos espacios y amplía otros que puedan dar cabida a las personas que necesiten refugio. Según los datos de Cruz Roja, se han atendido a 450 personas, pero la cifra real es mucho mayor porque reconocen que "muchas personas no necesitaban ninguna atención".

Ahora mismo hay 800 personas acogidas solo por el Ayuntamiento de València, del total de 3.000 que han quedado registradas o han necesitado ayuda con algún trámite. Como queda reflejado en las cifras, muchos ucranianos que vienen cuentan con arraigo y tienen una casa para quedarse. Es imposible saber la cifra real de personas porque la solidaridad ciudadana provoca que muchas personas lleguen por cauces no oficiales. El balance, además, cambia casi cada hora por las llegadas.

Ahora mismo hay 800 personas acogidas solo por el Ayuntamiento de València, del total de 3.000 que han quedado registradas

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Tampoco se conocen con exactitud las plazas de acogida que tiene la C. Valenciana. El Ministerio de Inclusión asegura que el sistema se encuentra "en plena redimensión" para atender la gran demanda que hay y que no puede dar una cifra exacta.

Más allá de esto, la atención está puesta ahora en las estaciones de tren, donde el flujo crece cada vez más. Ninguna organización fleta estos viajes, sino que se trata de personas desplazadas por la guerra que piden su billete desde Francia y llegan a la C. Valenciana pasando por Barcelona. Es el Ministerio de Interior el que informa de "una llegada importante" de refugiados cuando estos sacan el billete, pero ni siquiera da datos exactos. Cuando llegan les espera un dispositivo de primera acogida montado a contrarreloj por Policía, Cruz Roja, Generalitat y Ayuntamiento de València.

Maite Ibáñez, concejala de Cooperación y Migración del Ayuntamiento de València, explica que las llegadas se han intensificado mucho en los últimos días. "Sobre todo son mujeres con menores y adolescentes, porque los padres y hermanos se han tenido que quedar allí luchando, y todas con muy poco equipaje, a penas una maleta", explica, pero también están empezando a llegar "algunas personas mayores".

Acogida a ciegas

La noche del lunes, por ejemplo, fueron 37 personas acogidas de las más de 70 que llegaron. "El volumen de llegadas es mucho y esperamos tener pronto espacios más grandes en caso de necesitar atender a mucha más gente", dice Ibáñez. El dispositivo es "en parte a ciegas", porque es imposible saber cuántas de las personas que bajan del tren tienen arraigo y cuántas necesitan un sitio donde dormir esa noche.

"Llegan mujeres con menores y adolescentes, porque los padres se han tenido que quedar allí luchando. También han empezado a llegar personas mayores", cuenta Maite Ibáñez

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El sistema de acogida funciona así, una primera atención rápida para los que necesiten (un sitio donde dormir, una cena y desayuno calientes) y luego pensar en un recurso donde esa gente pueda establecerse a medio plazo. Después, toca tratar temas como la tarjeta sanitaria, escolarización de los menores, documentación y petición de protección temporal, y hasta atención psicológica para quienes huyen de las bombas. En este último punto se ha volcado especialmente la oenegé Psicólogos Sin Fronteras.

A esto hay que sumar las llegadas "por libre" de algunas personas que acuden a la frontera por su cuenta. "Nos hemos encontrado perfiles así, que no tienen una previsión de salida de dónde dejar a estas personas", explica Ibáñez. La concejala, al igual que reclamó la vicepresidenta Mónica Oltra el lunes, pide responsabilidad. "Es muy importante que tengamos un registro de las personas que llegan y qué perfil tienen para darle una buena atención" ,reclama Ibáñez.

Hay muchas entidades que están participando en la red de acogida y primera atención como Cruz Roja, Cepaim o CEAR. Además, como explicó Ibáñez, el Ayuntamiento de València está en contacto permanente con el cónsul honorario de Ucrania Pablo Gil.

La mayoría de los recursos de acogida del ayuntamiento están en ciudades del entorno de València, como Rocafort, Alaquàs o Paterna, pero también se han desplazado personas a localidades como Barracas, Caudiel o El Toro. El consistorio también ha echado mano de entidades que colaboran como Casa Caridad o Esclavas de María, y ha recordado que se está atendiendo de igual manera a las personas refugiadas que llegan de otras nacionalidades.

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