Las juventudes del PP andan revueltas en la provincia de Valencia. La elección de sus compromisarios para el congreso extraordinario del 1 y 2 de abril en el que se elegirá a Alberto Núñez Feijóo como nuevo líder de los 'populares' ha agitado las aguas entre los militantes de Nuevas Generaciones. El motivo es que solo habrá un punto de votación en toda la provincia: Xàtiva.

Para muchos militantes de la formación, indignados ante la decisión de la dirección provincial, la elección de la capital de La Costera no parece casual ni una medida con la que abanderar el debate de la descentralización sino que responde a los intereses de la ejecutiva provincial que lidera Javier Camarasa, recientemente elegido al frente de las NNGG de la provincia, y que es natural de Llosa de Ranes, localidad vecina de Xàtiva.

Así, según algunos afiliados consultados por este periódico, la designación de Xàtiva (que señalan que es una decisión que no ha sido consultada) es una maniobra de la dirección provincial para limitar la participación y asegurarse la elección de los cuatro compromisarios a los que tiene derecho la organización juvenil y para la que hay una quincena de candidaturas.

En este sentido, protestan que una parte importante de los afiliados a NNGG son de València y su área metropolitana que tendrán que trasladarse una hora para poder votar, una distancia que es todavía mayor para quienes lo hacen desde zonas del interior como Llíria o Requena, y que esta organización choca con el funcionamiento habitual de la entidad que para este tipo de votaciones suele habilitar un espacio en cada comarca.

Sin embargo, fuentes del comité ejecutivo de NNGG aseguran que solo se podía habilitar una sede porque la circunscripción es "provincial" y no por agrupaciones como ocurre con el resto de compromisarios de los 'mayores'. Es decir, todos los compromisarios son elegidos por toda la provincia y no como en el PP donde se eligen de manera municipal.

Su presidente, Javier Camarasa, explica que ha sido Génova y el Comité Organizador del Congreso el que establece que Nuevas Generaciones elija a sus representantes para el cónclave de Sevilla por la provincia y que eso les impedía abrir otras sedes. Asimismo, añade que la designación de Xàtiva fue debatida y votada en la ejecutiva provincial sobre la que recae esta potestad.

El papel de los compromisarios para este congreso, no obstante, será menos decisivo que en el de 2018 donde su voto fue determinante para la elección definitiva de Pablo Casado. Eso sí, ser compromisario y poder acudir al cónclave supone visibilidad y posibilidad de contactos que acaban siendo fundamentales dentro del partido.

Es por ello que hay militantes que no solamente critican la jugada de la única sede, sino también que se ha presionado a quienes se habían presentado como candidatos para acudir a Sevilla para que dieran un paso atrás. En este sentido, hay afiliados que denuncian haber recibido llamadas y mensajes pidiendo no presentarse, algo que habría motivado que de los 18 candidatos iniciales, tres se hayan retirado a horas de votar.