El cónsul honorario de Ucrania, Pablo Gil, ha agradecido a la Iglesia en València "la respuesta solidaria increíble ante el drama humano que ha supuesto la invasión por parte de Rusia", durante la reunión que ha mantenido esta mañana con el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros, y el director de Cáritas Diocesana, Ignacio Grande, según han informado fuentes del Arzobispado.

En este sentido, ha señalado que la Comunitat Valenciana ha sido uno de los primeros lugares de acogida de muchas familias ucranianas, "lo que dice mucho, y positivo, de los valencianos".

En la reunión mantenida en el Palacio Arzobispal, el cónsul honorario de Ucrania "ha trasladado, de nuevo, la satisfacción y agradecimiento del Gobierno de Ucrania al Arzobispado y Cáritas Valencia por la forma en que se está canalizando la ayuda a las familias ucranianas, tanto desde un punto de vista humanitario como económico".

Asimismo, ha agradecido el ofrecimiento y colaboración en lo que se llama la 'segunda acogida', es decir, un segundo momento posterior en la que todas esas familias desplazadas van a necesitar un alojamiento "más estable, acompañado con recursos" y al respecto ha destacado "la sensibilidad e intención por parte del Arzobispado, Cáritas y parroquias valencianas de trabajar en esa línea, en definitiva, no podemos pedir más".

Por su parte, el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros, ha destacado que la respuesta de la diócesis de València ante este drama humano "es admirable, hablar de la sensibilidad de los valencianos se queda corto, estamos presenciando la elocuencia de la caridad, que es lo que realmente nos sorprende y nos motiva a seguir trabajando", y ha recordado que Cáritas está realizando "una tarea eficaz y transparente".

La diócesis de València, a través de Cáritas Diocesana, ha realizado ya un envío de 315.000 euros a Cáritas Ucrania, fruto de las donaciones y ayudas recibidas de los valencianos, sin contar con la colecta extraordinaria del pasado 20 de marzo.

Al respecto, el director de Cáritas Diocesana Valencia, Ignacio Grande, ha señalado que este envío "está destinado a esa primera acogida que desde Cáritas Ucrania se está llevando a cabo, dentro de la acción humanitaria de atención a las personas refugiadas".

Respecto al balance de personas desplazadas, el cónsul honorario ha explicado que "es difícil" dar una cifra de cuántas personas han llegado procedentes de Ucrania porque las formas de llegada son distintas: en tren vía otros países europeos, en autobuses por parte de ONGs o en aviones fletados por el Gobierno de España, como uno que sale hoy, o por organizaciones. Además, la frontera europea es "muy porosa".

En este sentido, el director de Cáritas Diocesana Valencia ha recordado que las 40 personas que están acogidas en el Convento de las Dominicas de Torrent a lo largo de esta semana serán derivadas a viviendas cedidas por las comunidades parroquiales. En la actualidad han sido cedidas 25 viviendas "con el compromiso de la comunidad parroquial de acompañar de manera integral a las familias que vayan a acoger, durante un mínimo entre 1 a 3 años", una cifra que irá aumentando conforme continúen los trabajos de organización.

Llegada de 5.000 ucranianos

Al respecto, "el cálculo que hacemos en base a las tarjetas sanitarias y a las solicitudes de protección asciende a una cifra de 5.000 personas, lo que supone, para la comunidad de ucranianos establecida anteriormente en la Comunitat Valenciana, un incremento considerable, ya que era de entre 20.000 y 30.000 personas", ha señalado el cónsul.

El obispo axilar Arturo Ros y el director de Cáritas han agradecido la visita del cónsul y sus palabras de agradecimiento en nombre del Gobierno ucraniano, la posibilidad de compartir el compromiso de la diócesis por seguir acogiendo y acompañando a los refugiados y las muestras de generosidad y solidaridad de la diócesis de Valencia ante esta crisis humanitaria.

"Esta reunión es un paso más en nuestra labor de ordenar y organizar la acogida y el acompañamiento a las personas que huyen de la guerra, trabajando por una acogida en todas sus dimensiones y que respete ante todo su dignidad como personas", han señalado.