La nueva etapa abierta entre el PP y el PSOE con la llegada de Alberto Núñez Feijóo no parece serlo para la reforma de la financiación. El cambio de modelo autonómico se encuentra aparcado de la agenda de los dos principales partidos y los movimientos en los 'populares' no han roto su estado de inmovilismo. Ni apareció en los discursos del dirigente gallego en el congreso del PP en Sevilla ni formó parte de la lista de pactos de Estado propuesta por Pedro Sánchez en la primera reunión entre los dos líderes en Moncloa.

Ambas formaciones apuestan por aplazar un asunto sobre el que no hay una posición unánime interna para la próxima legislatura, según ha publicado este lunes El País, ante la imposibilidad de los barones de PP y PSOE de sellar un pacto en pleno ciclo electoral. La falta de noticias que alienten a este cambio tras la propuesta de Hacienda de diciembre no son, en este caso y para contradecir el dicho, buenas noticias para la Comunitat Valenciana y en el Consell ese pesimismo empieza a calar.

Fuentes del ejecutivo autonómico admiten cierta preocupación y ven que cada día es más difícil conseguir un nuevo sistema de reparto en esta legislatura. Los márgenes temporales se estrechan y pese a que la llegada de Feijóo ha permitido un acercamiento entre Gobierno y PP para pactos de Estado, la financiación autonómica no parece formar parte de este lote lo que la dejaría relegada más allá de 2023, cuando las urnas fijen el nuevo reparto de poder político a nivel estatal y autonómico.

Sin embargo, fuentes del Consell creen que hay que continuar insistiendo. En esa línea va la petición vía carta del 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, a Sánchez y Feijóo para que la reforma de la financiación forme parte de los acuerdos entre ambas formaciones. "No puede estar fuera de la agenda, para nosotros es una reivindicación continua y una realidad que tiene que abordarse", dijo al respecto la semana pasada.

Pero no es la única vía de acción. La otra pasa por buscar e intensificar alianzas y en esta aparece un nombre propio: el de Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía. Moreno Bonilla se ha convertido tras el cambio de liderazgo en el PP en el principal aliado interno de Feijóo, una cercanía que en el Consell creen que puede servir para la causa ya que esta autonomía sufre los mismos problemas de infrafinanciación que la valenciana y reivindica un cambio de modelo en la misma línea que la Generalitat en el que prime el peso de la población sobre el reparto.

Esta entente no sería nueva. En septiembre de 2021 Puig ya acudió a Sevilla a una cumbre en la que ambos dirigentes, de partidos distintos, mostraron su unidad en este aspecto a la que se podrían unir otras como Murcia e incluso Baleares, aunque en esta insisten en destacar la insularidad. El jefe del Consell y Moreno Bonilla se encontrarán el próximo sábado de nuevo en la capital andaluza, aunque esta vez con motivo de la final de la Copa del Rey, un momento que podría ser aprovechado para forzar un encuentro informal que refuerce esta alianza para presionar a Sánchez y Feijóo.

De momento, en el ejecutivo autonómico, aunque también reparten deberes hacia el Gobierno de España, al que le piden que dé "más pasos" para avanzar en la reforma de la financiación, centran las peticiones hacia el nuevo líder de la oposición. Así, en palabras del director general de Relaciones con las Comunidades Autónomas y Representación Institucional de la Generalitat, Jorge Alarte, le reclaman un "compromiso directo y coherente" en todos los territorios y que se exprese “con rotundidad" sobre este asunto. "Tiene la responsabilidad de hacer viable o no el pacto", le señaló Alarte.