En un artículo del libro anual del Instituto Nacional de Meteorología (INM) de inicios del siglo XXI se habla de los vientos fuertes del sudeste en la isla de la Graciosa, en el norte de Lanzarote en situaciones sinópticas que favorecen a los vientos sinópticos del sudeste. Estos vientos fuertes se producen por la intensificación asociada a la confluencia de las líneas del viento del sudeste. El viento sopla más flojo cuando remonta la parte de barlovento de la isla de Lanzarote donde hay un relieve poco accidentado, la pendiente de la montaña es poco elevada a barlovento, en cambio a sotavento, al noroeste de la isla hay una pendiente muy superior lo que provoca una aceleración del viento que se deja notar sobre todo en la isla de la Graciosa, situada en el norte de Lanzarote. En cambio en otras islas del archipiélago de Canarias la mayor velocidad del viento se produce a barlovento de la isla, en la parte sudeste de ésta, es el caso de las islas de la Palma o de Gran Canaria según un artículo de Fernando Bullón, observador meteorológico del INM (actual Agencia Estatal de Meteorología, AEMET). Según un artículo de Bulló existe una variación del viento superficial en las islas Canarias respecto al viento sinóptico, puede haber un efecto de atenuación del viento por apantallamiento (de las cordilleras de las islas), el viento puede rodearlos y entonces tiene un cambio de dirección y también intensificación por confluencia. En las Islas Canarias predominan los vientos alisios del noreste. mar de Alborà con una situación anticiclónica en Centreuropa, las líneas de corriente del viento están obligadas a estrenarse cuando pasen por una zona más estrecha como es el estrecho de Gibraltar, donde el viento hace de efecto de embudo.