Guerra abierta para cubrir los nuevos puestos de trabajo que se crearán con el aterrizaje en Sagunt de la gigafactoría de baterías para coches eléctricos de Volkswagen. A los trabajadores de la fábrica de Ford de Almussafes, cuya caída en la producción prevé un excedente de mano de obra a partir de 2026, les ha salido un nuevo competidor.

El comité de Seat ha propuesto a la dirección de la empresa que el excedente de la plantilla de la factoría que la misma tiene en Martorell (Barcelona) sean absorbidos precisamente por la planta de baterías de la empresa alemana prevista en territorio valenciano.

El excedente de plantilla esperado en la fábrica de Martorell cuando se consolide el ensamblaje de vehículos eléctricos se cifra en 2.500 o 2.800 empleados.

Falta por ver si los trabajadores de Ford Almussafes gozarían de algún tipo de prioridad en la contratación para ser reabsorbidos por la empresa alemana para trabajar en el ensamblaje de vehículos con motores de no combustión, frente a otros competidores por estos puestos de trabajo.

Con los mismos salarios

Los sindicatos de la fábrica catalana añaden en su propuesta que esta absorción de excedente de plantilla que se traslade a Sagunt sea además compensada por el cambio de residencia y que se les mantengan los salarios y condiciones de las que gozan en su convenio.

La lucha de las fábricas automovilísticas para adaptar sus plantillas actuales a los nuevos mercados de fabricación de coches eléctricos solo acaba de dar sus primeros pasos. Por el momento, el sector valenciano parece ir en cabeza gracias al espaldarazo que la multinacional les ha dado al elegir Sagunt como emplazamiento para la gigafactoría de baterías.

Las plantas de fabricación de vehículos tradicionales van a ser fuente de mano de obra para esta nueva fábrica, que supondrá la creación de 3.000 empleos directos, y que requiere de personal cualificado.

12.000 empleos indirectos

Además de estos trabajos directos en las naves de Volkswagen en Sagunt, también se van a generar otros 12.000 empleos indirectos en el sector del automóvil, fomentando así un impacto muy importante en la cadena de producción de vehículos y sus componentes en la Comunitat Valenciana.

Del mismo modo, Ford Almussafes espera que esta gigafactoría sea el último empujón que necesita en su carrera contra la fábrica alemana de Saarlouis en la adjudicación de los modelos eléctricos de la firma de EE UU.