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"Hacerse donante cuesta solo una conversación con la familia"

Javier Franco, trasplantado de riñón, inicia en València el Camino de Santiago para impulsar las donaciones de órganos

Javier Franco, trasplantado de riñón, hace el camino de Santiago para impulsar las donaciones. Levante-EMV

Javier Franco, de 48 años, fue trasplantado de riñón por una enfermedad congénita, algo que para él ha sido una segunda oportunidad. "Entré en diálisis con un 8 % de función renal y ahora tengo un funcionamiento que desde hace treinta años no tenía. Siempre digo que el órgano donado era de una persona que tenía una salud y una fuerza física grande, porque a mí me ha dado una vitalidad, unas ganas de vivir, tengo las ilusiones renovadas", admite. Ahora, casi once meses después, recorre el Camino de Santiago en un viaje que aúna deporte y solidaridad.

Bajo el lema "El deporte es salud, el trasplante es vida. Dona", ha comenzado este miércoles, junto a su amigo Pedro Escabias, la ruta a pie desde la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de València. Este es el primer tramo de los cinco en los que han dividido todo el trayecto y en el que visitarán poblaciones como Xàtiva, Moixent, La Font de la Figuera, Almansa, Higueruela o Chinchilla de Montearagón.

La primera etapa inicia en València y acabará en ocho días en Albacete

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Finalmente, terminarán en ocho días en Albacete con un total de 228 kilómetros. Allí, les estará esperando un vehículo de la empresa de mudanzas Mudanval, que se ha comprometido a desplazarlos al principio y final de cada tramo.

Así, el destino de hoy es Algemesí, para lo que recorrerán poco más de 40 kilómetros. Por la tarde, ofrecerán una charla sobre la importancia de la actividad física y de la donación de órganos, una acción que tienen prevista para el final de cada etapa. Javier reconoce que el deporte forma parte de su vida y que ha tenido "una importancia vital en la recuperación tan buena del riñón".

Javier Franco y Pedro Escabias inician esta mañana la ruta a pie desde la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de València. Levante-EMV

"Por la actitud positiva y la actividad física que he hecho casi desde el primer día me siento muy bien. La doctora me dice que cada vez estoy mejor y está contenta por todo lo que estoy haciendo por mejorar", cuenta. Para él, hacer ejercicio está "al alcance de todo el mundo".

"Una bomba de emociones"

Sobre las donaciones, el objetivo es claro: "Aunque somos treinta años líderes en España, a día de hoy hay 4.762 personas esperando un órgano. De estos, por estadística, un 10 % muere cada año. Estamos hablando de que posiblemente unas 470 personas fallecerán en 2022 porque no les ha llegado a tiempo. Cuando la cifra de muertes está en torno a los 500.000 y solo hay 2.229 donantes en 2021, vemos una brecha sobre la que queremos concienciar. Con nuestro granito de arena, conseguir que cada vez las listas de espera vayan más rápido", explica.

"Con nuestro granito de arena, conseguir que cada vez las listas de espera vayan más rápido", explica Javier.

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En este sentido, quiere mandar un mensaje a las personas que tengan la intención de donar sus órganos: "Hacerse donante cuesta solo una conversación con la familia". Javier apunta que se puede aprovechar cualquier momento para sacar el tema, hasta la paella del domingo.

"Igual que hablamos de fútbol, decir a los familiares 'espero vivir muchos años, pero si mañana me pasara algo, me gustaría que en el hospital dijerais que quería ser donante y que queréis que se respete mi voluntad’", añade.

Su experiencia con el trasplante la resume en "una bomba de emociones". "La llamada dos días antes para decirme que era candidato a un órgano y que fuera al hospital fue una bomba, ahora mismo al recordarlo me emociono", relata.

Tras pasar los primeros días después de la operación "todo empieza a ser muy positivo"

Javier Franco - Trasplantado de riñón

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No obstante, tras pasar los primeros días después de la operación "donde estás completamente quieto, encamado y, además, aislado en la habitación", "todo empieza a ser muy positivo". Así, su "agradecimiento" hacia la persona donante es enorme.

"La lástima es que la ley no permita que establezca contacto con su familia, porque me gustaría agradecérselo. Es un gesto que es tan sencillo como generoso y altruista", afirma. Ahora, Javier se muestra abierto a colaborar en más propuestas solidarias. "Siempre he sido una persona orientada hacia los demás, pero algo como un trasplante lo hace mucho más grande", concluye.

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