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Tribunales

"Una parte de sobornos se pagó mediante abono de gastos electorales solicitados por los socialistas Cataluña, Rubio y Vera"

El director jurídico de Divalterra José Luis Vera percibió 150.000 euros por ayudar a corromper a Rafa Rubio

Rafael Rubio, ex portavoz socialista del Ayuntamiento de València y exsubdelegado del Gobierno, en una de sus comparecencias por el caso Taula en la Ciudad de la Justicia.

El empresario Jaime Febrer se preocupó durante años de poner huevos en todas la cestas. A derecha e izquierda. Y entre su red de colaboradores, la investigación del caso Azud revela que "parte del soborno abonado en la consecución de contratación pública , tanto en Xixona, como en Burjassot y Benicàssim habría sido pagada mediante el abono de gastos electorales solicitados indiciariamente por José Luis Vera (abogado, ex magistrado y jefe de los servicios jurídicos de Divalterra, la empresa de la Diputación de València), José María Cataluña, (responsable de las finanzas del PSPV-PSOE en aquel momento) y Rafael Rubio, (portavoz socialista entonces en el Ayuntamiento de València), según relata la Fiscalía Anticorrupción en uno de los informes incorporados a la causa, a la que ha tenido acceso Levante-EMV.

De los tres socialistas, quien más beneficio obtuvo de su estrecha relación con el empresario Jaime Febrer, el promotor inmobiliario en el epicentro de la trama, fue José Luis Vera, quien asesoró al empresario como letrado en numerosas operaciones. Vera fue detenido en la segunda fase de la Operación Azud el 12 de mayo de 2021 y percibió, presuntamente, la friolera de 1.341.000 euros por los 'favores' al entramado.

Apuntaba cada regalo

La cifra la ha calculado la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a partir del análisis de la documentación escrita y los correos electrónicos intervenidos a Febrer, un hombre extremadamente cuidadoso que anotó cada regalo, cada reunión y cada concepto de manera paciente entre 2001 y 2012, lo que facilita de manera crucial el trabajo de los analistas del grupo III de Delincuencia Económica de la Guardia Civil, de la Fiscalía Anticorrupción y de la jueza de Instrucción número 13 de València.

Buena parte de ese dinero lo habría percibido a través de lo que en el sumario se describe como "facturaciones ficticias": la firma de contratos de asesoramiento sin contenido entre empresas participadas por Febrer o alguna de las de sus socios en este 'negocio', y su firma como abogado, Vera Llorens SLU, pero también a través de "sociedades interpuestas" y, en ocasiones, de manera directa en efectivo.

Una parte especialmente jugosa de esas presuntas comisiones ilícitas es la que presuntamente cobró por sentar a una mesa a Rafael Rubio para vencer su voluntad en un asunto especialmente querido por Febrer: hacerse con tres parcelas estratégicamente ubicadas en áreas en expansión urbanística de la València de inicios de este siglo  -la crisis ya rondaba-, que el 'corruptor' eligió "a su gusto", a cambio de asumir una deuda de más de 35 millones de euros que el ayuntamiento debía pagarle a diez colegios religiosos por expropiaciones realizadas en 1988 que invalidó el Tribunal Superior de Justicia de la C. Valenciana precisamente en 2006, uno de los años de mayor actividad de la red corruptora.

Las anotaciones y los correos de Febrer muestran que a José Luis Vera se le habrían pagado 150.000 euros -anota el gasto como "JLV"- solo por conseguir llevar a Rubio, portavoz del grupo socialista municipal y líder de la oposición, a una comida con el 'corruptor', con el fontanero del PSPV que era Pepe Cataluña y con el propio Vera. Una parte, 100.000 euros, los habría percibido en metálico y los 50.000 restantes (más IVA, por supuesto), se los abonaron con una de las facturas ficticias, según los investigadores.

Los 300.000 euros a "RR"

Rubio, "RR" según las anotaciones de Febrer, recibió 300.000 euros por dejarse corromper. Poco después de la reunión, abrió una caja de seguridad en una sucursal de la misma plaza del Ayuntamiento donde trabajaba y su patrimonio se incrementó, a lo largo del tiempo, en casi 200.000 euros.

Los analistas de la UCO concluyen que el resto del dinero pagado a Vera habría sido por abrirle las puertas a la trama a algunos ayuntamientos gobernados por el PSPV. En total, entre 2007 y 2012, habría percibido 1.341.000 euros -más que José María Corbín, el hombre que abrió las puertas del Ayuntamiento de València a Febrer- a través de contratos como los descritos, firmados con siete empresas del Grupo Axis del presunto corruptor. Así, con su mercantil principal, Construcciones Valencia Constitución (CVC), le habría pagado 376.500 euros y con Nou Bio Urbanisme, la mercantil creada para la trama con la que buscaban hacerse con el derecho de superficie de viviendas de VPO en tres PAI de València, le habría facturado otros 46.400 euros.

José María Corbín. EDUARDO RIPOLL

Vera, que tenía las llaves de acceso a dirigentes del PSPV entre otras cosas como marido de una de las diputadas más influyentes en aquellos años, María Antonia Armengol, también recibió regalos de Febrer por Navidad. Los tres dirigentes del PSPV-PSOE comenzaron a recibir regalos de Febrer en 2002. Inicialmente eran "modestos". Alfonso Grau recibió ese año una pluma Montblanc valorada en 810 euros, Cataluña, Rubio y Vera fueron agasajados con un vino tipo II valorado en 119,28 euros por botella. El año 2005 fue el del vino Carmelo Rodero para los tres. Y el de 2006 para un Viuda Cliquot valorado en 200 euros para cada uno.

De José María Cataluña, la Fiscalía Anticorrupción destaca "la evidente relación y contactos mantenidos [con los protagonistas de la trama] durante las fechas cercanas al periodo electoral".

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