El Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina de la Universidad Católica de Valencia (IMEDMAR-UCV) ha presentado el proyecto Life Pinnarca que busca la conservación de la nacra (Pinna nobilis). Este molusco endémico del Mediterráneo, el segundo más grande del mundo, se encuentra en peligro crítico de extinción por una grave enfermedad parasitaria que comenzó a afectar a sus poblaciones a finales de 2016.

El proyecto, coordinado por la UCV, agrupa a un consorcio internacional de universidades, institutos de investigación y ONG que incluye a la Universidad de Alicante, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), ambos pertenecientes al CSIC, así como a Ecologistas en Acción, el Instituto Oceanográfico Paul Ricard (Francia), la Universidad Federico II de Nápoles (Italia) y la Universidad del Egeo (Grecia).

En la presentación, celebrada en el edificio Veles e Vents, el científico Nardo Vicente, mayor experto del mundo en la nacra que formó parte equipo de Jacques Cousteau en el buque Calypso, se ha mostrado seguro de conseguir que la especie "sobreviva" y ha advertido que en la reserva de Córcega --trabaja allí desde 1975-- las nacras que estaban vivas en el verano de 2018 ya están "todas muertas", recoge la Católica.

"Fue una calamidad, esta especie ha sufrido una auténtica pandemia. La nacra está desapareciendo de todo el Mediterráneo, desde España hasta Turquía", ha lamentado, aunque "por suerte se ha observado que hay un lugar donde la especie está resistiendo: las lagunas litorales". Y es que en 2019 estudió una población marina de nacras a solo cuatro metros de profundidad con todos los ejemplares vivos y reproduciéndose.

Este proyecto demuestra el interés de la UE por la recuperación de la nacra, ha explicado José Tena como director de IMEDMAR y 'project manager' de Life Pinnarca': "La unión de instituciones de países ribereños de la cuenca mediterránea europea hace que ahora existan serias posibilidades de que la nacra se recupere. Se trata de una especie fundamental en el equilibrio de ecosistemas del Mediterráneo, como sucede con las praderas de posidonia".

Presentación de un proyecto de Imedmar-UCV UCV

Protección in situ y reproducción en cautividad

Por ello, la misión incluye acciones de difusión de la situación endémica de la nacra, protección in situ, traslado de algunos ejemplares para preservar la diversidad genética e intentar salvar a resistentes a la enfermedad. También contempla la búsqueda de nacras sanas para reproducirlas en cautividad, así como la mejora y gestión ambiental de los hábitats donde aún se encuentran, como el Delta del Ebro, el Mar Menor y lagunas costeras de España, Francia, Italia y Grecia.

De momento hay compromisos de adhesión por parte de instituciones de Croacia, Montenegro, Argelia, Túnez o Egipto, países donde han empezado a realizar censos de sus poblaciones de nacra. "Cuando los científicos se unen para trabajar por un mismo objetivo es un síntoma de que se van a encontrar soluciones ha destacado investigador principal del proyecto, José Rafael García March (IMEDMAR).

"Hay muchos retos por delante y tenemos que trabajar en equipo, y no hablo solo de los científicos. En el medio marino no es común enfrentarse a contrarreloj a la extinción de una especie, como sucede con la nacra. Por suerte, desde el principio de la mortandad masiva de esta especie se ha producido una buena coordinación entre los científicos, las administraciones y los ciudadanos. Estos últimos han jugado un papel importante, localizando a ejemplares resistentes y haciendo llegar esta información a los científicos", ha expuesto la investigadora del IEO-CSIC Maite Vázquez.

En el caso de la nacra, como el Mediterráneo es el único lugar del mundo donde existe, se trata de una especie emblemática para los habitantes de las zonas costeras. Su situación ha generado gran preocupación científica", al igual que el resto de la biodiversidad marina: "No podemos permitirnos las actuales tasas de pérdida de biodiversidad porque afectan de manera grave a la estabilidad de los distintos ecosistemas y a su resistencia a los cambios e impactos a nivel global".

En su intervención, el rector de la Católica, José Manuel Pagán, ha puesto en valor estas sinergias y el trabajo de IMEDMAR tras 15 años vinculado a los estudios de Ciencias del Mar, "fundamentales en el inicio de la UCV y que lo siguen siendo hoy en día". El acto ha incluido la presentación de los diseños preseleccionados dentro del concurso de búsqueda de mascota y logotipo para el proyecto.