Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Guerra en Ucrania

"Me han dado la oportunidad de volver a empezar una vida normal"

Juntos por la Vida y la empresa tecológica Lãberit colaboran para garantizar la integración laboral de refugiados ucranianos

Oleksandr Petryschenko, refugiado de Ucrania, encuentra trabajo gracias a la iniciativa de Laberit y Juntos por la Vida. Fernando Bustamante

Oleksandr Petryschenko tiene 23 años y nació en Vovchkiv (Ucrania). Vivía en la capital, Kiev, cuando estalló la guerra el pasado 24 de febrero. "El primer día que me llamó mi madre, como todavía no había noticias, no podía creer que estábamos en guerra", relata. Tuvo que pasar un mes para que, gracias a la Fundación Juntos por la Vida, que ya ha organizado el traslado de más de 1.200 personas a la Comunitat Valenciana, pudiera viajar hasta València y reunirse de nuevo con la que había sido su familia de acogida desde los nueve años durante las vacaciones.

Con la iniciativa impulsada por la Fundación, y en colaboración con la tecnológica Lãberit, el joven, que ha estudiado Ingeniería Informática, se ha incorporado este viernes a la plantilla de la empresa. "No me esperaba tener este puesto de trabajo y estoy muy contento", admite Oleksandr, quien también muestra su agradecimiento por "la oportunidad de volver a empezar una vida normal". 

En concreto, el proyecto permitirá contratar a profesionales del sector informático que vengan como refugiados de Ucrania para dar respuesta a una de las necesidades básicas que tienen estas personas una vez han sido acogidas en el territorio valenciano: sentirse integrados.

Inserción laboral

"La inserción laboral es fundamental. Son personas que necesitan trabajar, tener un sustento vital el tiempo que estén aquí. Las familias de acogida les pueden ayudar, pero ellas sienten que de alguna forma no están integradas. Hasta que no tienen un trabajo no se sienten bien", explica Jesús Rodríguez, vicepresidente de Juntos por la Vida.

Así, partiendo de la iniciativa de la empresa Lãberit de colaborar en esta crisis humanitaria, Carlos Pujadas, CEO de la empresa, se dirigió a Clara Arnal, presidenta de la asociación. "¿Qué es lo que hace falta? ¿Cómo podemos ayudar?", propuso. Sus motivos, además de solidarios, son personales, ya que ha participado en el programa de acogimiento que organizaba la asociación cada año con los niños y niñas de Chernóbil. "Tengo especial sensibilidad con Ucrania", reconoce.

Jesún Rodríguez, Oleksandr Petryschenko y Carlos Pujadas en la sede de Laberit en València. Fernando Bustamante

Con todo, la Fundación será la encargada de detectar todas aquellas personas refugiadas que puedan tener conocimientos en tecnologías de la información, a las que Lãberit se compromete a ofrecer un puesto. "Vienen de un desastre humanitario y lo que necesitan es sentirse dignas y reconocidas. Lo mejor que podemos hacer por ellos es darles un trabajo y ayudarles en su reconstrucción. Poner nuestro pequeño granito de arena a esta gran labor que está haciendo Juntos por la Vida", afirma el CEO, quien también ha anunciado que se van a sumar a la iniciativa otras organizaciones y empresas valencianas.

Oleksandr es el primero, pero desde Lãberit esperan que sean muchos más. "Es para nosotros un orgullo poder afirmar que hemos iniciado ese proceso", declara Pujadas. Por el momento, el joven se desarrollará en el área de Sistemas, haciendo una función de soporte. "Sasha se va a integrar en este equipo, porque es donde puede ponerse rápidamente al día. Hemos procurado ubicarlo donde sus conocimientos le van a permitir que él se sienta satisfecho con su trabajo y que para la empresa pueda ser productivo también", apunta Pujadas.

En este caso, el idioma no es un problema, ya que Oleksandr habla perfectamente español, y hasta un poco de valenciano. No obstante, la empresa pondrá también profesores de castellano en su centro de formación para aquellos que lo necesiten. "Para mí los valencianos, desde pequeño, son como mis amigos. He cambiado de ciudad, pero no he cambiado el sentirme en familia. A los ucranianos nos han ayudado un montón y que no paren de seguir ayudando", concluye el joven.

Juntos por la vida enviará ayuda humanitaria a las aldeas más afectadas

Las necesidades de las personas refugiadas de Ucrania que llegan a la Comunitat Valenciana han ido cambiando desde que se iniciara el conflicto hace ya más de dos meses. Si hasta hace un par de semanas "estaba en el acogimiento familiar de las personas que iban saliendo", ahora la situación se ha revertido.

"Ahora que parece que la situación de Ucrania está mejorando en una parte del país, la gente quiere regresar. Allí están sus maridos, sus hermanos, sus padres. Además, aquí no hay ayudas del Gobierno. En Alemania se están dando 400 euros a cada refugiado que se integra en la sociedad alemana, a parte de vivienda y alimento, pero en España no tienen esto", detalla Jesús Rodríguez, vicepresidente de la Fundación Juntos por la Vida.

Por eso, desde la asociación han iniciado una segunda etapa en su labor por atender a las personas que han huido de la guerra para su integración social. "Vamos a empezar a ayudar con iniciativas como la de la tecnológica Lãberit  y su CEO Carlos Pujadas, o la de otros empresarios que han impulsado un 'economato' en Llíria para proporcionar alimento y ropa de manera gratuita a todos los refugiados", explica.

Además, Juntos por la Vida va a comenzar a enviar material "a las aldeas donde no llega la ayuda gubernamental". "Nosotros tenemos dos furgonetas que cada dos días van desde Lviv hasta la zona de Ivankiv a descargar. Los autobuses que llegan a València con los refugiados los estamos llenando de ayuda humanitaria", apunta Rodríguez. Clara Arnal, su presidenta, ha estado tres días en la zona, en localidades como Bucha, Irpín o Ivankiv. "Están viendo auténticas barbaridades", señala.

Jesús Rodríguez también ha recordado que cuentan con un hotel en la frontera con Polonia para cincuenta mujeres y menores. Asimismo, ha anunciado que están en marcha nuevas iniciativas dentro de Ucrania para que "las personas que están huyendo de la parte oriental se puedan quedar en la zona más occidental hasta que el conflicto bélico remita y puedan regresar a sus casas".

Compartir el artículo

stats