A finales de los sesenta del siglo pasado Henry Ford II aterrizó en Almussafes para señalar el camino de la transformación y la modernidad. Cambió la forma de trabajar de un territorio que trataba de enterrar la dictadura, inició un ciclo nuevo y sentó las bases tecnológicas para varias décadas, un tiempo de prosperidad que aún hoy tiene gran impacto en la Comunitat Valenciana.
Ese es el antecedente. Pero el Consell cree que la llegada de Volkswagen a Sagunt tiene aún más impacto que el que significó la instalación de Ford en Almussafes en los setenta. Es un cambio inmenso, que trasciende con mucho la legislatura, señalan. Es ya la mayor inversión de la historia del autogobierno valenciano.
Y en un mundo que corre muy deprisa, Sagunt es también la gran imagen de la legislatura para el Consell del Botànic a un año de las elecciones. Una recarga de energía después de tres años de pandemia y el impacto que tiene la subida de los precios en la vida diaria de la ciudadanía.
Una fotografía que refuerza sobre todo la figura del presidente, Ximo Puig, señalan, en una semana en la que se ha producido un récord de empleo en la Comunitat Valenciana. Un momento que amplía también la sintonía política que Puig mantiene con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que, pese a ello, Puig no ha dejado de recordarle la necesidad de acabar el corredor mediterráneo en su intervención esta mañana en Sagunt.
El propio jefe del Gobierno sitúa también el proyecto de Sagunt como una de las principales bazas para el Gobierno de España en una legislatura si cabe más complicada en el Congreso que en las Corts por la debilidad parlamentaria del Gobierno que lidera el
PSOE.
El proyecto de Sagunt es también oxígeno para el Botànic en un momento en el que la oposición siente que ha conseguido abrir una brecha que cree decisiva en el Consell con la posible imputación de la vicepresidenta Oltra. ‘Esta es la política real’, señala un conseller, ‘lo otro es ruido, la oposición plantea una ficción, un relato tremendista e irresponsable’, añade.
La inversión, señalan en el Botànic, pone a la Comunitat Valenciana en el mapa de la nueva energía de la automoción. ‘Estamos haciendo cambios de verdad, si fuera por el trabajo que se ha hecho no hay dudas de que habría un Botànic III’, explican. La gigafactoría de baterías eléctricas es una inversión con una capacidad tractora para generar empleo de calidad, modernizar el modelo productivo y que ha llevado ya a Sagunt a ocupar todo su espacio disponible para empresas, añade fuentes municipales.
Y la energía es clave, va a centrar el relato del último año de legislatura. La instalación de la factoría de baterías, que estará en activo en 2025; el pacto que esta semana ha propuesto el presidente a los partidos para avanzar en las energías renovables y alcanzar la soberanía energética ante el retraso que acumula el Consell en el proceso de instalación de energías que faciliten la descarbonización y en cumplir los objetivos de la UE y a ocho años del cierre total de la nuclear de Cofrentes. Todo va girar en torno a la energía en los próximos meses.
