Cuando el viernes el pleno del Consell vuelva a reunirse, un tercio de los presentes estará ante un acto que no había hecho nunca. La remodelación del ejecutivo autonómico ha puesto sobre la mesa en la que se sienta semanalmente en el Palau cuatro caras nuevas, un cambio considerable y de importantes dimensiones no solo a nivel del Botànic (que a mitad de legislatura solo había hecho dos cambios de consellers y uno casi obligatorio por la designación como ministra de Carmen Montón) sino también en la historia del autogobierno valenciano.

Solamente en una ocasión habían entrado de una tacada tantos nombres nuevos, lo que demuestra que la sacudida al árbol es importante. Fue en julio de 1993, durante el gobierno presidido por Joan Lerma y apenas un mes después de las elecciones generales de España en las que el PP se había convertido en primera fuerza en la Comunitat Valenciana por primera vez.

Aquel golpe electoral a dos años de los comicios autonómicos provocó que Lerma introdujera hasta seis caras nuevas a mitad de legislatura, entre las que destacan hoy nombres todavía activos como el presidente de la Autoridad Portuaria de València y en aquel momento conseller de Economía y Hacienda, Aurelio Martínez, o el catedrático de Geografía Humana y entonces conseller de Educación y Ciencia, Joan Romero. Los cambios, no obstante, no sirvieron para que el PSPV remontara la pérdida de votos.

Joan Lerma y Joan Romero durante actos institucionales en los 90 cuando formaban parte del Consell. F. Bustamante

Más allá de esos seis cambios, el máximo número de nombres nuevos en un pleno del Consell con el balón de la legislatura rodando ha sido tres, un número repetido en tres ocasiones por el PP. Tanto en el 2000 con Eduardo Zaplana como presidente como en 2004 con Francisco Camps (en la que, por ejemplo, entró Juan Cotino al Consell) como en 2012 ya con Alberto Fabra en el Palau de la Generalitat.

Lo que sí que hubo con el PP en el poder fueron cambios de presidencia en mitad de la legislatura: Zaplana por Olivas en el 2002 (a un año de elecciones) para ser ministros y Camps por Fabra en 2011 por su imputación. También en aquellas remodelaciones de los 'populares' había un mayor trasvase y reconfiguración de carteras y las rotaciones eran más habituales.

Sin conseller castellonense

La última reestructuración no solo pasará a los libros de historia del anecdotario político sino que también genera distorsiones en el reparto territorial en la presencia en el Consell ya que el balance de bienvenidas y adioses deja a la provincia de Valencia con ocho de los 12 integrantes del ejecutivo autonómico.

En este sentido, tres de las cuatro nuevas incorporaciones son de la provincia de Valencia y solo Josefina Bueno es de Alicante, una presencia que no compensa las salidas alicantinas de Ana Barceló y Carolina Pascual. Tampoco se ve compensada la marcha de Vicent Marzà, único conseller de Castelló, (sustituido por la suecana Raquel Tamarit) y que deja a esta provincia con la única presencia en el ejecutivo del 'president' Ximo Puig.