Hubo un día en que Arcadi España fue el alumno de Vicent Soler de la asignatura Economía del País Valencià en la facultad entonces situada en la Avenida de Blasco Ibáñez. Décadas después, en el gótico Palau Almirall, España toma la cartera como el estudiante aventajado en manos de quien fue su profesor.

Lo hace como conseller de Hacienda, con la infrafinanciación como tema perenne y recurrente, la digitalización de la Administración como tarea en marcha y los fondos europeos como principal reto. 

En el día en que deja el traje de conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad y asume la responsabilidad de manejar el modelo económico valenciano, casi como le había trasladado en un aula Soler, España pudo asistir a la última lección de su maestro.

Al exconseller le salió la vena didáctica como si en pleno patio de la conselleria hubiera una pizarra y no una amplia representación de cargos institucionales, desde los dos vicepresidentes del Consell (de partidos distintos al suyo) a los sindicatos y el presidente de la patronal, Salvador Navarro.

Además de dejarse llevar por la emoción, "es un momento muy especial para mí", dijo el también catedrático. Soler explicó por qué es importante haber conseguido que el esqueleto del Ministerio de Hacienda sobre la reforma de la financiación autonómica sea el de población ajustada, por qué las dos reformas fiscales realizadas van en la línea de la Constitución o cómo esa falta de un modelo de reparto equitativo ha incrementado la deuda porque "para no maltratar a los valencianos y que tuvieran el mismo gasto social ha habido que tirar de déficit".

España se fija como objetivo tener una "administración emprendedora" que vaya a por las inversiones

"Es insoportable desde el punto de vista teórico, pero también técnico; hemos de luchar para que se compense esa deuda, la parte derivada de la infrafinanciación", señaló incluyéndose en esa batalla que ha dado en todos los foros estatales. No ha llegado el cambio de modelo, pero sí, admitió, "ha habido avances" como una "actitud diferente" y la llegada de "fondos extraordinarios. "Pero insuficientes y sin cambiar el sistema, y cuando añades un pero, es un problema", expresó ante el público y su sucesor.

Soler le entregó la responsabilidad no solo en forma de bolso de cuero sino también moral. "Ahora te toca a ti continuar la faena, Arcadi", expresó emocionado Soler quien admitió que le hacía "mucha ilusión" que fuera él quien le relevase y a quien no solo le ha dejado la tarea de reivindicar la infrafinanciación sino también mejorar la eficiencia de la Administración y su digitalización, labores comenzadas a las que les falta "unos meses".

Y su pupilo, obviamente, tomó nota y lo demostró. Recordó los tiempos en que un Soler profesor hablaba en la facultad no solo del PIB o los sectores productivos de la Comunitat Valenciana sino de Joan Fuster, Ernest Lluch, de libertad, de democracia y del estatuto de Autonomía. "Entonces comprendimos muchos alumnos que política y economía van irremediablemente unidas", aseguró España. "A su lado he estado siempre aprendiendo", añadió el nuevo conseller.

Otra de las lecciones parecía habérsela llevado minutos antes. España insistió en que se había avanzado en financiación autonómica en los últimos años. "No hay que pensar que no se ha conseguido nada", aseguró mientras apuntaba que se ha conseguido "unir" a toda la sociedad, que el Gobierno de España "y España" sepa del problema valenciano y que este se sitúe en la agenda. "Por ello, hemos de continuar", aseguró tomando el relevo.

Sin embargo, más allá del devenir de las difíciles negociaciones por un nuevo modelo enquistadas entre partidos, el nuevo responsable de Hacienda y Modelo Económico tendrá en su despacho como uno de sus principales quehaceres los fondos europeos".

"Son una oportunidad histórica", defendió al tiempo que desgranó que no se trata de que la administración "espere" a que lleguen las inversiones sino pidió una "administración emprendedora". "Hay que ir a buscarlos", añadió citando también el caso de Volkswagen y su aterrizaje, otro de sus deberes.

"Todos los gobiernos de coalición son entre la Conselleria de Hacienda y el resto", dijo medio en broma en su intervención final. Su apunte a la importancia del "rigor presupuestario" puede ser un aviso de cara a la futura negociación de los presupuestos, los últimos de la legislatura. Para eso aún quedan varios meses. Y sino, siempre tendrá la lección de su maestro, hoy ya exconseller, quien tras presumir de su siete de siete en las cuentas anuales, recordó: "Los compañeros de gobierno quieren hacer cosas, pero luego buscas la caja y no hay para todos. No es agradable, pero es nuestro papel".