Amnistía Internacional (AI) ha enviado una carta al presidente de la República de Argelia, Abdelmagid Tebboune, pidiendo que anule la condena a muerte dictada sobre el activista Mohamed Benhalima, expulsado de España en marzo desde el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, en València, y condenado a muerte por un tribunal militar.

"Benhalima es un exmilitar y que expuso la corrupción de los altos mandos del ejército argelino online. El reclamó asilo en España pero las autoridades del país lo deportaron a Argelia en marzo sin el proceso debido de evaluación del asilo", explica la carta de AI. Benhalima había reclamado asilo en dos ocasiones, una de ellas en Francia, pero le fue denegado. Por infracción a la ley de extranjería (no tener papeles) fue detenido en Zaragoza y enviado al CIE de Zapadores, en València, desde donde fue devuelto en un vuelo de madrugada cinco minutos después de notificarles su resolución negativa del asilo.

Asociaciones como CIEs NO denunciaron en ese momento la opacidad del proceso y los métodos, ya que normalmente las deportaciones desde València se realizan en barco y en grupos, mientras que la de Benhalima fue por vía aérea y prácticamente individual. "Hay que remarcar la expulsión en un contexto de guerra donde España necesitaba el gas procedente de Argelia, y además acababa de reconocer la autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental", denunció su portavoz Adrián Vives.

La carta de AI continúa explicando que "las autoridades argelinas lo apresaron en El Harrash, Alger, antes de trasladarlo a la cárcel militar de El-Blida, donde estaba esperando a que se completaran las investigaciones y el juicio con varios cargos. Fue sentenciado a muerte in absentia (sin estar presente) por cargos de espionaje y deserción".

Las solicitudes de asilo de Benhalima fueron rechazadas por "considerarse un peligro para la seguridad", pero como cuenta su abogado de la Red Jurídica Eduardo Gómez, pedimos alguna prueba de ello, un tuit, una publicación en redes, un video donde incitara a la violencia y no nos contestaron con nada en absoluto". Pese a las advertencias de sus abogados y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) de que algo así podría suceder, el Gobierno acabó por devolver a su país a Benhalima.

Esta situación suscitó reacciones de varios grupos políticos. Diputados como María Dantas, de ERC y Joan Baldoví de Compromís, han reclamado la comparecencia del ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska para explicar las razones de la deportación.

Agresiones físicas

La misiva de Amnistía Internacional hacia el presidente argelino denuncia que "según la información que AI ha obtenido, a su llegada a Argelia, las fuerzas de seguridad agredieron físicamente a Mohamed Benhalima. Después fue ingresado en el mismo ala de la prisión que los detenidos por Hirak (un movimiento pacífico al que pertenece el activista y que cuenta con decenas de detenidos) y después fue trasladado a la prisión de El Blida.

El organismo además critica que "las autoridades españolas decidieron devolver a Benhalima sin una evaluación completa de su solicitud de asilo y en una clara violación de sus derechos y las obligaciones internacionales de no devolución" (ya que su vida corría peligro). "Las autoridades ignoraron las advertencias internacionales sobre la seguridad de Mohamed Benhalima, incluyendo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, que reportó al gobierno que su solicitud de asilo debía ser estudiada cuidadosamente y no rechazada, argumentando de que el riesgo de tortura era posible, y que la criminalización de la oposición pacífica de Argelia estaba internacionalmente reconocida".

La entidad se refería en este punto a casos como el de Mohamed Abdellah, también activista y denunciante de corrupción que, según varios organismos internacionales, ha sido víctima de torturas en la cárcel militar en la que ahora mismo está preso. Asociaciones como CIEs NO, o CEAR denunciaron que Benhalima podía correr la misma suerte. El propio Benhalima declaró a Levante-EMV que temía pasar por esto en una entrevista realizada el pasado mes de marzo desde el CIE de Zapadores.

Criminalizar la oposición

"Benhalima fue condendano in absentia por dos otros casos a 20 años de prisión por cargos en los que se incluía 'participación en un grupo terrorista' y 'publicación de noticias falsas y socavar la unidad nacional', dos artículos de la legislación que son ampliamente instrumentalizados por las autoridades para criminalizar las manifestaciones pacíficas", explica Amnistía.

Incluso la entidad explica que un abogado que defendía a Benhalima y apareció en un vídeo en la televisión pública junto a su madre también fue arrestado el pasado 13 de mayo.

Por todo esto, Amnistía Internacional reclama "la liberación de Mohamed Benhalima, el fin de su persecución bajo cargos que consisten en criticar a las autoridades argelinas y hacer ejercicio de sus derechos a la libertad de expresión y asamblea y anular la pena de muerte contra él". Además, piden que las autoridades garanticen su derecho a comunicarse con su familia y abogados.