Se presentó como la última revolución en fármacos para prevenir la covid grave en personas vulnerables -y lo es, porque bien utilizado, el Paxlovid, el antiviral de Pfizer que se toma en pastillas, es muy eficaz para evitar hospitalizaciones o muertes- pero otra cosa es la penetración real que el medicamento ha tenido hasta ahora en la sanidad pública valenciana. Como muestra las cifras de uso: a finales de marzo la Comunitat Valenciana recibió 1.271 cajas de tratamiento pero en estos dos meses y medio apenas se han prescrito 38 tratamientos, según cifras de la Conselleria de Sanidad.
Buena parte del por qué de esta situación hay que buscarla en las limitaciones del propio medicamento: el perfil de paciente al que está dirigido es muy específico. El Paxlovid es un antiviral indicado, según la Agencia Española del Medicamento (Aemps), para pacientes que se hayan infectado por covid y que tengan síntomas leves o moderados pero que sean personas de alto riesgo en los que la covid se puede complicar rápidamente, por ejemplo personas inmunocomprometidas (como trasplantados, en hemodiálisis, en quimioterapia...) pero también los mayores de 80 que no hayan recibido todas las vacunas (incluida la de refuerzo) o de más de 65 también sin la pauta completa pero que, además, tengan algún factor de riesgo como enfermedad renal o hepática crónica, diabetes... etc.
A este perfil tan específico se le añade que las pastillas se deben de dar en los primeros cinco días de tener síntomas, una ventana muy estrecha de tiempo entre que el paciente empieza a tener síntomas, va a al médico y se le detecta la infección por covid. Y no solo eso, la Aemps ha establecido un filtro de autorización previa por los Farmacia, ya que el fármaco tiene "advertencias especiales de uso" e interactúa con muchos otros medicamentos, lo que hace que no se pueda utilizar en muchas de esas personas que, en principio, sí son candidatos a recibirlo.
Muchas interacciones con otros fármacos
"El fármaco bien usado ha demostrado reducir en un 89 % el riesgo relativo de hospitalización o muerte por covid pero tiene unas condiciones muy específicas y muchas interacciones", explica Miguel Salavert, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital La Fe de València. Desde su unidad, Salavert está haciendo una captación "activa" de pacientes para no perder oportunidad de utilizar el fármaco, máxime en un momento de repunte de casos de covid con incidencias de más de 800 casos por 100.000 habitantes en mayores de 80 años.
"Con herramientas de big data y cruzando diferentes bases de datos de Sanidad somos capaces de filtrar por los pacientes vulnerables. Es una especie de 'Minority Report'", explica en alusión a la película protagonizada por Tom Cruise. Gracias a este trabajo, desde el área de salud han filtrado hasta 60 candidatos y han prescrito 11 de esos 38 tratamientos que hasta ahora se han dado en la C. Valenciana. En su caso "tres derivados de urgencias, dos estaban ingresados, cuatro desde el hospital de día covid donde también ponemos tratamientos intravenosos como anticuerpos monoclonales y uno por dispensación en consulta externa", indica.
De todas las prescripciones, ninguna ha llegado de Atención Primaria, pese a que en las consulta de los médicos de Familia quizá es donde más de cerca se pueda reconocer a este paciente vulnerable y que da el perfil para recibir el fármaco de Paxlovid. Sin embargo, y según reconoce Salavert, la prescripción desde los centros de salud todavía no ha calado. "Quizá porque no tienen esas herramientas para hacer el filtrado del perfil y, aunque se tenga claro, el problema de las interacciones con otros medicamentos tira mucho para atrás y son muchas", explica.
Falta de medios
Con todo, y pese a estos límites, el experto considera que 38 tratamientos en mes y medio de tener a disposición el fármaco "se me antoja una cifra de prescripción baja". Salavert lo achaca también a la falta de recursos para hacer esa búsqueda de perfiles que se puedan beneficiar del 89 % de eficacia del medicamento si se da en el momento correcto. "Nosotros estamos viniendo sábados y domingos por nuestra cuenta para que pacientes trasplantados no pierdan la oportunidad y porque creemos en la estrategia", asegura pero, con más recursos, la introducción del fármaco "sería sin duda mayor", tanto desde el ámbito hospitalario con los mayores como en la Primaria.
Este filtrado de pacientes se antoja más necesario ahora cuando los expertos han "perdido" dos de los tratamientos antivirales con anticuerpos monoclonales que forman parte del arsenal terapéutico contra la covid por su pérdida de eficacia ante las nuevas variantes. "En un caso, el Ronapreve lo estuvimos usando hasta diciembre o enero pero pierde eficacia frente a ómicron que fue mayoritaria a partir de ese momento. Mientras que el otro anticuerpo monoclonal, el Xevudy, tiene una actividad reducida frente a la variante BA.2 de ómicron que ahora además es la predominante".
