Una de las funciones principales del Poder Legislativo es el control al Consell. La oposición tiene en esa exigencia de cuentas al Ejecutivo un papel principal. El gobierno suele dar explicaciones de sus actuaciones en las denominadas sesiones de control. El del Botànic es el que más veces lo ha hecho en comparación con los anteriores. No solo da explicaciones ahí, pero esas son las que concentran más interés.

La remodelación del Consell, la mayor en siete años desde que gobierna la izquierda, ha llevado también a un cambio de papeles a la hora de afrontar esas sesiones y dar réplica a la oposición. En la primera ocasión, este jueves, en la que el Consell se ha tenido que enfrentar a una sesión de control después de la remodelación, ese cambio de papeles se ha percibido con nitidez igual que el nuevo rol que asumen determinados consellers, sobre todo en el PSPV y en Compromís, las dos formaciones de las tres que conforman el gobierno valenciano, en las que se han introducido cambios.

La desaparición de la primera línea de dos consellers con un gran peso específico en el anterior gobierno, el de Hacienda, Vicent Soler, y el Educación, Vicent Marzà, ha traído nuevos referentes a la hora de mantener la batalla dialéctica con la oposición (PP, Ciudadanos y Vox) que plantean, en distintos formatos, hasta nueve preguntas en las sesiones del jueves.

De la más reciente se deduce que el conseller de Hacienda, Arcadi España, va a asumir un papel principal en el cuerpo a cuerpo con la oposición. Ya lo tenía su antecesor, Vicent Soler, que solía salir en defensa de las posiciones del Consell con regularidad. Después de Puig era el representante socialista que más veces intervenía. Soler hacía subir el aplausómetro en la bancada del Botànic cada vez que entraba al debate.

El conseller de Hacienda, Arcadi España, durante su intervención Miguel Angel Montesinos

Ese papel, igual que el de conseller de Hacienda, le corresponde ahora a España en el nuevo Consell. Considerado el heredero de Puig para lo que depare el futuro, España, que debutó conseller en 2019, se convierte ahora en una voz clave en el ejecutivo, como la que tenía Soler.

Un rango cercano al de Soler había alcanzado también la hasta el lunes consellera de Sanidad, Ana Barceló, que también solía entrar al choque con la oposición. Barceló tendrá ahora la oportunidad de hacerlo como portavoz parlamentaria de los socialistas, pero ya no desde la bancada del Consell.

En el centro los exconsellers Marzà y Barceló Fernando Bustamante

Después de Puig suelen intervenir la vicepresidenta, Mónica Oltra, en la mayoría de ocasiones en respuesta a preguntas de la oposición relacionadas con el caso de la menor tutelada, y también el vicepresidente segundo, Héctor Illueca, en réplica a interpelaciones de Vox. Cada conseller asume las cuestiones de su propio departamento, las que mejor conoce, pero en las preguntas más generales algunos asumen un rol más destacado, los más políticos.

En Compromís, la sesión de hoy ha evidenciado que el papel de Vicent Marzà lo asume la titular de Transición Ecológica, Mireia Mollà. La consellera ha respondido a la cuestión de Ciudadanos sobre la exigencia de responsabilidades políticas frente a las penales en el caso judicial que afecta a la vicepresidenta.

Mollà ha respondido que Ciudadanos pasará a la historia por haber aupado a la extrema derecha con aquella ‘foto de Colón’ de 2019, lo que ha calificado del mayor escándalo de la política española. Ha vuelto a replicar a Ciudadanos con la obtención de subvenciones conseguidas por su conselleria por valor de 21 millones para los citricultores valencianos, la mayor de todas las autonomías.

Mollà muestra al nuevo conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, el funcionamiento del micrófono Miguel Angel Montesinos

España ha respondido a una cuestión del PP que pedía la personación de la Generalitat en el caso de la imputación del hermano del presidente. España ha respondido que el PP ha abandonado la moderación y la decencia y se ha sumado a la conspiración.

La sesión de control deja dos frases más, el nuevo cierre de filas de Compromís con la vicepresidenta Oltra. Esta vez en palabras de la síndica, Papi Robles: “Que les quede claro: ni la bandera lgtbi ni la vicepresidenta se irán mientras Compromís y el Botànic estén aquí".

La síndica de Compromís, Papi Robles Jorge Gil

Y otro también llamativo, la defensa de la vicepresidenta Oltra sobre los méritos de la consellera Gabriela Bravo para formar parte del Consell, puestos en duda por un comentario en redes sociales por su compañero de partido el senador Carles Mulet: “Está donde está" por su carrera profesional, por haber sido portavoz del Consejo General del Poder Judicial y por conocer desde dentro la justicia ha respondido Oltra a Vox.

Bravo no estaba presente en la sesión de control por un viaje a Cuba y le ha defendido la vicepresidenta. Bravo aseguró días atrás que en caso de que su actuación comprometiera a la institución ella se marcharía, aunque después se desdijo y negó que se refiriera a Oltra