A la reforma de la financiación autonómica, ayer, el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, le añadió tres adjetivos que no irán acompañados de confeti en el Palau de la Generalitat. «Lógica», «pendiente» y «difícil» fue el «feo, fuerte y formal» con el que el portavoz del partido del puño y la rosa describió la situación de parálisis que vive el cambio de modelo de reparto.
Lo hizo tras la celebración de la Interparlamentaria de la provincia de Valencia. Así, Sicilia aseguró que el cambio del sistema de financiación autonómico es un asunto «pendiente», una «demanda lógica» ante la que, sin embargo, «existen otras urgencias», las derivadas de la guerra de Ucrania y la pandemia del covid, y ante la que topa también la dificultad de lograr un acuerdo de partidos.
El diputado andaluz (una autonomía que también reivindica el mismo problema que el valenciano) tiró de culpas hacia el PP al achacar que esta reforma no la abordó el ejecutivo de Mariano Rajoy «cuando lo podía hacer» —cuando tenía mayoría absoluta— y, que ahora «hay varias comunidades autónomas que demandan que sea replanteado el sistema porque está caduco y hay nuevas realidades». Y pese a que por sus palabras parece interpretarse que el PSOE es consciente de que la reforma de la financiación tampoco saldrá en el año y medio que queda de legislatura, destacó como contra parte que con el actual Gobierno de España las comunidades autónomas «han recibido el mayor traspaso de fondos de los últimos años en un ejercicio de responsabilidad y seriedad».
Esa «financiación extraordinaria» es la que hace que, en opinión de Sicilia, se reconozca que el ejecutivo «ha estado a la altura» estos dos años.
