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Los valencianos lideran las multas por no llevar casco y usar el móvil al volante

Las infracciones por dar positivo en alcohol bajan en la provincia de València, mientras que sube la cifra de sanciones por el consumo de drogas, exceso de velocidad y adelantamientos indebidos

Dos guardias civiles ordenan parar a un vehículo en un control a la entrada de València. | M.A. MONTESINOS

La provincia de Valencia lideró en 2021 las cifras de denuncias en España registradas por la Dirección General de Tráfico (DGT) por no hacer uso del casco en moto y fue la segunda en número de infracciones por utilizar el teléfono móvil al volante -por detrás de Madrid-, ignorar el cinturón de seguridad, no aplicar sistemas de retención infantil y en conducir sin el permiso habilitado, según datos de la propia DGT. Son cifras que incluyen todas las vías interurbanas, aquellas que están vigiladas por agentes de la Guardia Civil, y no se incluyen las infracciones que interpone la Policía Local dentro de cada municipio. No están, por tanto, las denuncias de València y otros grandes núcleos urbanos de la provincia.

El número de multas por incumplir las normas de circulación en la provincia de Valencia confirmó el año pasado la tendencia ascendente. La cifra total fue de 313.081 infracciones, más del doble que las registradas 5 años antes, en 2016. Para analizar los datos hay que interpretar los de 2020, año en el que se produce una bajada en la curva de denuncias en las carreteras con motivo del confinamiento. Sin apenas vehículos en las carreteras, la cifra de denuncias bajó considerablemente, como es lógico.

Desde la Academia del Transportista, Francisco Paz, ofrece una conclusión: «Si consiguiéramos eliminar solo las infracciones relacionadas con distracción (móvil), cinturón o casco, la mortalidad en la provincia de Valencia bajaría más de un 50 %, o lo que es lo mismo, cada año se salvarían más de 50 personas y más de 50 familias evitarían la tragedia de perder a un ser querido por causa del siempre evitable siniestro vial».

Las infracciones más cometidas por los valencianos en las carreteras de la provincia fueron, con diferencia, las correspondientes al exceso de velocidad (192.248), la denuncia que lidera el ranking en las vías interurbanas cada año en toda España, y sigue una línea ascendente. El número de multas, sumando los radares fijos y los móviles, no es sorprendente. Por comunidades autónomas, los más activos se encuentran en Andalucía, Comunitat Valenciana y en la Comunidad de Madrid.

El segundo detector fijo que más sanciona de toda España está, precisamente, en la provincia de Valencia, exactamente en el kilómetro de 478 de la AP7 en dirección a València, entre Sagunt y Puçol, con 47.711 multas registradas en el año 2020. El séptimo de la lista nacional está en el kilómetro 5 de la V31 (Pista de Silla), en sentido a València, entre Silla y Beniparrell. Una de las cifras más llamativas es la de las infracciones por ir al volante bajo los efectos del alcohol. La tendencia es claramente a la baja, lo que refleja una mayor concienciación social en este sentido.

Mientras que en 2015 hubo 6.037 conductores valencianos que dieron positivo en la tasa de alcohol, en 2021 ‘sólo’ lo hicieron 2.297, lo que significa una tercera parte de la de hace seis años.

La DGT persigue especialmente esta infracción, con multas de hasta 1.000 euros para los infractores, que también se arriesgan a penas de prisión en los casos más graves. De hecho, en España el alcohol sigue siendo la sustancia más consumida por los conductores fallecidos. Supone un 20,1%, seguido por otras drogas sobre todo cocaína y cannabis, y, en tercer lugar, psicofármacos, según datos de la propia DGT de marzo pasado.

Han subido, sin embargo, las multas por el uso del móvil al volante, conducir con una tasa positiva de alcohol, hacerlo bajo los efectos de las drogas, adelantamientos y por comportamiento indebido, entre otras.

Mientras, se mantienen en la misma línea las denuncias por conducción temeraria, no utilizar el cinturón o deficiencias en el alumbrado del vehículo, mientras que bajan las infracciones por no hacer caso a las señales de ceda el paso o stop, no mantener la distancia de seguridad, conducir con el permiso no habilitado, instalación de inhibidor o detector de rádares o por exceso de conducción sin descansar.

El uso del teléfono móvil, que ocupa la tercera posición en el ranking de infracciones de la provincia de Valencia, no ha bajado pese a que está especialmente perseguido tanto por la DGT como por los municipios. La cifra de denuncias en 2015 fue de 6.341, algo menos que las 6.673 del año pasado. El número ha vuelto a subir desde 2019, después de que se mantuviese más o menos estable en los años anteriores.

Desde 2016, la distracción por el uso del teléfono durante la conducción es la primera causa de siniestralidad vial. En estos años, a las causas tradicionales de accidentes se han unido otros nuevos con una importancia cada vez mayor, como las distracciones por dispositivos móviles y la vulnerabilidad de ciclistas y peatones ligadas a las nuevas formas de movilidad.

Se disparan las distracciones

Según palabras del catedrático en Seguridad Vial, Luis Montoro, «hace 20 años, la distracción era el motivo del 20 % de los accidentes, ahora es del el 40 %. Con las distracciones tenemos un gran problema. Pero es que la gente no tiene información», Luis Montoro. Por eso la nueva Ley de Tráfico endureció las multas por este motivo y aumentó de 3 a 6 los puntos de sanción por el uso del teléfono.

Otro dato que revela la tendencia a la distracción al volante es la subida de las infracciones por el uso de auriculares, que se ha duplicado con respecto a 2015. En 2021, la cifra de denuncias por usar este dispositivo fue de 630 y el año pasado nada menos que de 1.225. También han experimentado un fuerte incremento las infracciones por utilizar otros dispositivos visuales distintos al teléfono.

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