El Gobierno del Botànic y los municipios de las áreas metropolitanas han desaprovechado una oportunidad histórica para avanzar en la cogobernanza de las tres grandes áreas urbanas de la Comunitat Valenciana. Una suma de sinergías y decisiones conjuntas que permitiría avances en materia de vivienda o movilidad para los casi tres millones de personas que viven en un área metropolitana en Castelló, València o Alicante. 

 El diagnóstico lo realiza el catedrático de Geografía Humana y miembro del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local (IIDL) , Joan Romero, en las dos recientes intervenciones que ha realizado en las conferencias sobre la Estrategia Urbana València 2030 organizadas por el Ayuntamiento de València y en la jornada sobre “El paper de l’Agenda Urbana valenciana en el benestar dels entorns habitats”, convocada por la Generalitat . “Creo que durante la primera legislatura que se inicia en 2015 -asegura Romero- se desaprovechó una gran oportunidad para alcanzar consensos básicos entre partidos e impulsar legislación sobre áreas metropolitanas, con una consideración específica y diferenciada para cada una de ellas: Castelló, València y Alacant-Elx”.

“Es muy improbable que esta cartografía de mayorías vuelva a repetirse, tras siete años de gobiernos del Botànic sumada a una hegemonía de las izquierdas en los gobiernos locales, lo que indica el fracaso colectivo", apuntaba Romero. "La gobernanza metropolitana -lamentó- no forma parte de la conversación democrática entre los actores políticos. Teníamos una ventana a una oportunidad histórica para habernos convertido en el mejor laboratorio de España para dar el salto hacia la buena gobernanza multinivel en la escala metropolitana. Pero no ha sido así".  

Los ejemplos de esta desgobernanza metropolitana y sus consecuencias para la ciudadanía son variados y visibles. “La movilidad de cercanías es un fracaso sin paliativos. Es un pilar fundamental de las políticas completamente desatendido. Y de nada sirve argumentar a los miles de ciudadanos damnificados que las competencias son de otra administración [el Gobierno central]. Es el servicio que usa la gente para ir a trabajar o a estudiar, que va al corazón de la política pública y en el que se realizan 1,8 millones de víajes al día, pero que ha perdido viajeros por el mal servicio y la falta de personal”, criticaba Joan Romero.

A juicio del profesor Romero también existen "demasiados planes anunciados y muy pocos aprobados" o ejecutados. "El Plan de Movilidad Metropolitano sigue sin ser una realidad. Los municipios del área metropolitana de València tampoco han aprobado aún los preceptivos planes de movilidad urbana sostenible (PMUS), como indica la Sindicatura de Comptes en su reciente informe (2022)", alegó.

En estos siete años de gobiernos progresistas se han producido "progresos discretos, insuficientes y tardíos" como la autoridad de transporte metropolitano (recuperada en 2017) o el billete integrado de Cercanías, metro y EMT "que se ha logrado en 2022 cuando en los land alemanes se disfruta desde 1970", o los autobuses lanzadera y la nueva línea de metro. "Pero aún se discute donde acaban las líneas de autobuses de València, cuando debería ser la entidad metropolitana de transporte la que debatiera donde acaban los autobuses y a qué hora acaban". También citó como "éxitos importantes" los planes de acción territorial de protección de l'Horta y el de la infraestructura verde del litoral (Pativel).

Para Romero, la falta de un acuerdo global de gobernanza provoca que "nos encontremos con falta de coherencia y de políticas públicas con gran impacto territorial como las inversiones que no se cumplen, la ampliación del baipás que decide el gobierno central de forma unilateral, el canal de acceso ferroviario, un plan de cercanías con garantías, el puerto de València y su ampliación, la ZAL , el túnel submarino o la solución ferroviaria. Son decisiones de pura gobernanza multinivel".

Por ello, a estas alturas de la legislatura y "descartada una legislación en materia metropolitana por falta de tiempo y otras razones, existen formas de cooperación flexible, de derecho blando que podrían ayudar". Entre otras propuestas, el catedrático Joan Romero propuso "la creación de una conferencia, foro o reunión de alcaldes y alcaldesas del área metropolitana para hablar de políticas concretas y métodos comunes". Y que "se impulsaran desde la Generalitat misiones: mesas sectoriales concretas para ponerse de acuerdo sobre grandes prioridades: movilidad, vivienda, adaptación al cambio climático, transición energética". Y "elaborar un plan estratégico metropolitano. Aún hay tiempo. Para una ley, no". Y plantear "proyectos comunes con fondos Next Generation y de agenda urbana que afecten a tres o cuatro municipios". En la Comunitat Valenciana no se ha presentado ninguno de este tipo -todos son propuestas de un solo municipio- frente a otras áreas como Barcelona, Sevilla, Granada y Cádiz donde sí hay proyectos comunes.